Ninguna comisión postuladora para elegir a fiscal general y jefe del Ministerio Publico ha tenido tanta responsabilidad como la que ahora está en funciones.
De 30 aspirantes, hasta estos momentos —12 de abril de 2018— únicamente han calificado siete, aún faltan 23 aspirantes a calificar. En esta oportunidad, la comisión postuladora está usando una tabla de gradación en la cual se califican tres aspectos importantes: formación académica, formación profesional y proyección social; sin embargo, al analizar el trabajo de dicha comisión, hay mucha inconformidad con el resultado o mejor dicho, con la descalificación de personas que han demostrado su lucha contra la corrupción e impunidad, pareciera ser que, lejos de ser tabla de gradación, se ha convertido en tabla de degradación.
Tremenda sorpresa causó el punteo de la Lcda. Claudia Escobar —49 puntos— y Oscar Shaad —49 puntos—, personas que han estado vinculadas con el quehacer de la impartición e investigación de la justicia, especialmente la Lcda. Escobar, personas que a mi criterio, fueron quienes empezaron la lucha frontal contra ese cáncer maligno llamada corrupción; como se recordará, ella, en octubre de 2014, denunció al entonces diputado Gudy Rivera por coacción para que amparara a Roxana Baldetti en el recurso en el que se pedía su permanencia como secretaria general del PP.
Es inaudito que la comisión postuladora le haya dado únicamente 15 puntos sobre 65 en formación profesional, no cabe la menor duda que la osadía de denunciar en su momento las prácticas corruptas, le ha pasado factura, y de esa forma ha pagado caro su decencia y honestidad, sin embargo, la ciudadanía, la gente de a pie, sabemos reconocerle su gallardía y sus dotes de profesional ética y moral, y esperamos que, lo mejor de su vida profesional está por venir.
Si la descalificación de la Lcda. Escobar causó sorpresa, ahora imaginémonos la “calificación” del Sr. Erick Alvarez — 63 puntos—, llama poderosamente la atención el hecho que le dieron 3 puntos en proyección humana. Siempre lo he dicho, la vida privada de las personas es sagrada, o sea, a mí que… Sin embargo, cuando la persona es funcionario o está usando dinero del ciudadano —el dinero del ciudadano es sagrado— entonces, con todo respeto debemos ocuparnos de este asunto. Resulta que el Lic. Alvarez usó dinero de los contribuyentes en un viaje a Fortaleza, Brasil, llevándose consigo a su “secretaria”, dizque como traductora, pero, de acuerdo a investigaciones realizadas en su momento, la “secretaria” en ese entonces no dominaba el idioma portugués —hoy por hoy, desconozco si ya domina ese idioma—, entonces, tres veces se malgastaron nuestro dinero.
Uno, no era necesaria la compañía en el viaje; dos, el Sr. Alvarez perdió su tiempo, no dominaba el idioma portugués, no entendió absolutamente nada, y tres, en lugar de ir a trabajar, se fue de vacaciones, sin embargo, la comisión postuladora lo premió con tres puntos en proyección humana.
Pero no todo está perdido, dentro de los que pasaron el punteo mínimo —60—, está el honorable juzgador —Lic. Miguel Angel Gálvez, 70 puntos—, Lcda. Mayra Veliz López —70 puntos— e Ilse Álvarez de Espada —71 puntos—.
Esperemos cómo sigue el proceso, aún hay camino por recorrer pero, debemos estar siempre atentos, porque los que no quieren dejar el status quo no duermen un instante, están siempre maquinando cómo evitar ser perseguidos, investigados y condenados por la justicia; las malas acciones y prácticas corruptas hechas a lo largo de años y años, las ven ellos como normal y común. La “narración” que está haciendo en estos días Juan Carlos Monzón —testigo eficaz— como anticipo de prueba, nos pone la piel de gallina al saber y conocer, en manos de quiénes ha estado la administración de la cosa pública de nuestro país; me imagino que el Cacif sufrió un remordimiento desde el fondo de sus vísceras, y sin más ni más, convocó hace unas horas a sus afiliados y se comprometió a cinco acciones para “luchar” contra la corrupción.
Ojalá el Cacif ahora entienda que, tarde o temprano todo sale a luz, y no sea simples lágrimas de cocodrilo.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.