PUNTUAL
Hay diferencias, pero también existen puntos de encuentro. El propósito es el mismo, servir y propiciar el desarrollo y defensa de las empresas y emprendimientos. La semana anterior visité la Cámara de Comercio de Bogotá y me sorprendieron varias cosas, pero se me alumbraros otras.
La organización empresarial de la capital colombiana tiene 140 años, mientras que la de Guatemala suma 124 años, y la de Xela lleva 45 años. Para algunas personas hablar de este tema es asunto de pocos, pero en realidad es todo lo contrario, porque el dinamismo de la economía de los países depende de los negocios y todos sus actores, colaboradores, empresarios, autoridades e instituciones.
Ya todo cambió y el comercio no es la excepción. La primera impresión que me llevé es el edificio moderno de la Cámara de Comercio de Bogotá, como de 10 pisos. La diferencia es que el Estado colombiano le ha confiado a esta organización varias actividades, entre ellas, la administración del Registro Mercantil. Por ello tienen recursos que son bien invertidos, como el colosal Centro Internacional de Convenciones Ágora que recientemente inauguraron.
Nos comentaron a la delegación -11 integrantes del observatorio Xela Cómo Vamos– que la construcción colombiana es de 64,883 metros cuadrados y que generó más de 15 mil empleos entre directos e indirectos. Esta iniciativa contribuye a que la ciudad se consolide como un epicentro de eventos internacionales porque tiene capacidad para albergar hasta 4 mil personas en su nave principal y cuenta con otros 10 salones. Esto representa una suma entre visión y estrategia que bien puede implementarse en cualquier parte.
Además del Registro Mercantil, la Cámara de Bogotá lleva el registro único de proponentes (para proveerle al Estado), el Registro Nacional de Turismo y el Registro de Entidades Sin Ánimo de Lucro. Suman más de 450 mil empresas en un territorio de 9 millones de habitantes. A pesar de que reconocen que por una empresa legal hay dos sin registro. La legalidad es la ruta.
Hay que trabajar en todo esto, aunque ahora sé que, para el caso de Guatemala, habría que modificar las leyes, pero es necesario comenzar con las reflexiones, porque me queda claro que una empresa es próspera en un ambiente favorable.
Las cámaras tienen que ser, como en el caso del país visitado, entes de fiscalización de lo público y proponentes de políticas públicas. La iniciativa Bogotá Cómo Vamos es un ejemplo, en ella participan además de la Cámara, la Pontificia Universidad Javeriana, el periódico El Tiempo y la Fundación Corona.
El éxito de la Cámara de Comercio de Bogotá es que ahí piensan de este modo: tus sueños son nuestra empresa.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.