En las horas del próximo domingo, los niños y adultos que tengan la posibilidad abrirán un regalo y degustarán de una cena navideña, visitarán a familiares y amigos, darán abrazos y harán una oración.
Si este sentimiento de compartir surge de un deseo constante del corazón por dar felicidad a los demás, será una práctica de vida; si, por el contrario, solo está motivado por el ambiente, la publicidad o la obligación de hacerlo, es seguro que no trascenderá.
Tres palabras pueden resumir las fiestas de fin de año, en especial la Nochebuena y la Navidad: amar, contemplar y compartir, esta última se manifiesta de distintas formas, desde los obsequios, que son un símbolo, hasta la acción de visitar y escuchar a otras personas, sobre todo a quienes pasan por un momento menos venturoso.
Por eso, en un sentido más profundo, nada puede limitar la acción de ser partícipes con los demás, ni la condición económica, social y mucho menos religiosa; en el primer caso, porque la bondad no tiene que ver con el dinero; luego, porque la condición humana no está determinada por la posición social, y, finalmente, las creencias religiosas son tan profundas en el ser humano, que deben ser respetadas, pero tampoco tienen que limitar la convivencia.
Este día queremos compartirles nuestros deseos, armonía, esperanza, unidad, alegría, paz y amor. Y con esta edición especial navideña, mostrar cómo se vive en Xela la Navidad, en las vísperas de la celebración, con el fin de propiciar la convivencia en los distintos niveles.
Incluso para quien está lejos de casa o debe laborar en Nochebuena, siempre habrá alguien con quien compartir, un valor que hay que practicar siempre y con todos, más aún mañana, que se conmemora el nacimiento de Jesús, representación del amor divino.
En un ámbito general, es propicio tomar un tiempo para reflexionar sobre los acontecimientos del año y las acciones individuales. Aunque cabe recordar que 2017 aún no ha terminado, y en los días que quedan pueden suceder acontecimientos positivos como negativos, por lo que hay que mantener la atención, y no desentenderse de la realidad, tanto a nivel particular como colectivo, porque estas fechas pueden ser aprovechadas por quienes cometen fechorías.