Lo admiraba de niño cuando escuchaba su programa “Callejón Deportivo” en Radio Fraternidad 770 AM, como el slogan lo decía “su charla amena dominical sobre deportes”. Posteriormente lo conocí por medio de su hijo, “Cholico” una persona culta, educada y un caballero en todo el contexto de la palabra. Al final termine siendo su amigo, fue un honor.
Hace 9 días partió al cielo un icono del periodismo en la región, falleció Roderico Aníbal Rodríguez Rodas, más conocido como “Cholico” Rodríguez, pero para diferenciarlo de otro tocayo suyo de la época a quien le decían el mismo mote, un abogado reconocido quien también comentaba futbol, a «Cholico» se le complementaba la palabra “Emporium”, porque fue por muchos años gerente de ese negocio.
Me acuerdo de mi época de niño en los años 80, cada domingo era tan esperado el programa “Callejon Deportivo”, a las 20 horas, comenzaba con el futbol internacional y era el único periodista que le daba cobertura al futbol mexicano. En ese entonces no había internet, pero él ya tenía los resultados completos de la Liga Española, Italiana y por supuesto el futbol azteca, me extrañaba porque él era el único que le daba cobertura a la Liga MX, pero después me enteré que era por la razón que el vivió una época de su vida en ese país y era por tal razón que simpatizaba con esa liga, que algunos también lo hicimos siguiendo su información.
Dicho programa radial lo iniciaron en aquel lejano año de 1978 con el finado “Tuto” Arévalo padre, fundador de otra radio reconocida como es Siglo FM; al fallecer Arévalo, el siguió con el programa, que hasta la fecha sale al aire en FM Intima, habitualmente a la misma hora que inicio en 1978, ya 44 años de vigencia de tan prestigioso espacio radial sobre deportes, en especial información sobre el Xelajú MC.
Aquel niño quetzalteco criado en el barrio La Democracia, a través del tiempo, siempre fue una persona ecuánime, equilibrada, muy querida y respetada por el gremio periodístico y de los seguidores del Xelajú MC. No conozco otro periodista actualmente que pueda cubrir esa imagen que el dejó o ese legado, fue una persona muy respetada en muchos círculos sociales, sin duda alguna un decano de la prensa en Quetzaltenango, deja un vacío insustituible, su verticalidad lo mantuvo en un estrato envidiable y murió siendo muy respetado.
Yo me iniciaba en radio en aquel año de 1997, con Leopoldo Hernández, también en Radio Fraternidad 770 AM, en ese momento me recorría todo el país siguiendo al Xelajú MC en transmisiones deportivas, un año después coincidí con el hijo de “Cholico” Rodríguez en la universidad, ambos estudiábamos Ingeniería; yo ya sabía de su lazo de familiaridad con su señor padre, en un receso lo abordé y le mencioné que me gustaría apoyar a su papá en su famoso programa.
El accedió a mi petición y se lo comentó, sin exagerar a los 20 días ya colaboraba con él en la radio. Comencé atendiendo las innumerables llamadas telefónicas en cada programa, poco a poco me fui ganando un espacio en tan prestigioso espacio, luego de la Radio Fraternidad dimos un saldo a la FM y llegamos a Stereo 100, donde conocí a otro caballero, José Ralon, estuvimos un tiempo allí y luego migramos a la radio hermana en ese entonces 95.5 FM.
Ya tiempo después ellos se fueron a instalar con Hector Mario Sum otro decano de la Prensa Radial en FM Intima y connotando locutor y periodista, allí perduró hasta el final de sus días.
En total estuve con ellos en el lapso de 8 años. Al mismo tiempo que yo me incorporé también lo hizo su hijo Mario Fernando, quien hasta la fecha mantiene dicho programa al aire, solo con la diferencia que ya sin su señor padre. Me acuerdo que cuando yo empecé don Roderico me insistía que convenciese a su hijo a llegar a la radio, lo quería incorporar, al final lo hice y su propósito se cumplió, de vincularlo de lleno a dicho proyecto que él había empezado y que cuando él ya no estuviera, su hijo continuara ese legado, al final sueño cumplido, la sucesión de la batuta.
Cuando Xelajú MC lo condecoró hace tres años con la “Orden Mario Camposeco”, yo estaba feliz, era algo que él se merecía en vida, es por tal razón que los homenajes hay que hacerlos cuando las personas aún están. No he conocido hasta la fecha en la crónica deportiva local, alguien a quien hayan respetado tanto como periodista los diferentes dirigentes, jugadores, prensa y aficionados superchivos.
Siempre «Cholico» Rodríguez se caracterizó con ser un caballero, educado y culto, obviamente formado en una cuna humilde, pero de muchos valores y principios. Se va un auténtico quetzalteco, que en un tiempo por azares del destino vivió en Veracruz, México, pero su corazón palpitaba con el Ferrocarril de Los Altos o Luna de Xelajú, le gustaba tanto la marimba que en su programa ponía de fondo “Xelajú MC Campeón”, haciendo hincapié de esa dorada época de los 60 que el vivió con su querido equipo.
Adiós Maestro y amigo, porque a pesar que nos diferenciaban 45 años me convertí en su amigo, fue un honor tenerlo entre esas personas selectas de la vida y siempre le patenticé mi aprecio y cariño, es más “Cholico” me entretenía con una historia vinculada a mi familia de un personaje del pasado en Quetzaltenango, el Conde Lara y Siliezar, a quien el conoció y compartió algunas anécdotas.
Nos veremos en la eternidad y seguiremos hablando de los que nos apasiona, el futbol y de nuestro amado equipo de nuestra tierra, el glorioso Xelajú MC, un abrazo hasta el cielo mi querido “Cholico Rodríguez Emporium”. Dios le conceda su descanso eterno y mi pésame a tan distinguida familia. QEPD.