PUNTUAL
En los últimos fines de semana, he estado impartiendo clases en los Postgrados de Cunoc-Usac dentro del programa del Fondo de Garantía, con un curso sobre liderazgo. Mi primera lección al grupo ha sido que el liderazgo no es exclusivo de jefes o cabezas de equipos; por el contrario, es más bien un asunto personal.
Cada persona se gestiona de manera distinta, lo que le permite avanzar o estancarse. Todos queremos progresar, no cabe duda, es parte de la naturaleza humana. Sin embargo, no todos caminan en esa dirección; muchos, quizás la mayoría, permanecen estáticos. Esto no es necesariamente malo, lo verdaderamente negativo es ser consciente de ello y no hacer nada para cambiar.
Las soluciones para avanzar hacia un mejor nivel se pueden resumir en varios aspectos, siendo el primero el desarrollo personal.
El liderazgo es formativo, no innato; es un potencial que, si se entrena, puede generar resultados sorprendentes. La primera regla es enfocarse, porque estar ocupado no es sinónimo de ser productivo. Esto aplica en los estudios, en el hogar, en el colegio o la universidad, y en los negocios.
He llegado a la conclusión de que las personas debemos enfocarnos en dos aspectos fundamentales: 1) administrar nuestro tiempo, y 2) gestionar nuestras emociones.
Llegar tarde debería ser cosa del pasado, pero muchas personas aún no logran controlarlo. No es que no tengan un reloj interno, sino que siempre están corriendo contra el tiempo, lo cual no es nada positivo para obtener buenos resultados.
Con respecto a las emociones, si no se gestionan adecuadamente, las personas se estresan, y esto le ocurre a la mayoría. Vivimos preocupados, es decir, nos anticipamos a situaciones que aún no existen y que tal vez nunca sucedan.
Nuestros resultados son la conjunción de cómo manejamos nuestro tiempo y nuestras emociones. Un buen estado de ánimo lo es todo. Cada uno de nosotros debe gestionarlo lo mejor que pueda, pero es necesario hacerlo cada día. Quienes no lo hacen, viven en conflicto consigo mismos y con el mundo. Es hora de cambiar, de avanzar.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.