Por Guadalupe Pos
En el frontispicio del segundo nivel de la Municipalidad de Cantel aparece la frase en letra dorada que dice; “A DIOS SEA LA GLORIA”, esto recuerda el libro de Giorgio Agamben “Entre el Reino y la Gloria”, un documento que ayuda a entender la relación entre la gloria de la política, teología, gobierno y poder.
Una posible impresión que se lleva el visitante el ver dicha frase, es porque en el seno de la municipalidad reina un gobierno municipal basado en los principios y valores que se inspiran de Dios, esto quiere decir que el Concejo Municipal y demás trabajadores, son como ángeles que a diario honran a Dios por administrar el municipio sin ninguna tacha.
Es un palacio público y administrativo no religioso. Lo único que salva a la iglesia católica que se ubica frente al palacio municipal es por su estilo colonial con la cruz y campana que fácilmente cualquier persona se forma una idea que se trata de una iglesia, de lo contrario el visitante puede confundir los dos palacios que, en vez de entrar a la iglesia, honraría al edificio municipal persignándose.
La familia del alcalde municipal viene de una tradición protestante, al parecer su padre o él mismo, fue pastor, cuyo puesto que tuvo en el pasado fue uno de los factores de su triunfo electoral en el año 2020 que tal vez se inspiró de la biblia en Efesios 3:20 que dice “A Dios sea la gloria, pues por su poder eficaz que actúa en nosotros, él puede hacer muchísimo más de lo que nos podemos imaginar o pedir”.
Hay muchas interpretaciones hacia la frase bíblica que se colocó frente al palacio administrativo municipal. No es único de este alcalde, el partido político desaparecido MLN utilizó su lema; Dios, Patria y Libertad; Alejandro Giammattei cierra sus discursos con la frase,” Dios bendiga a Guatemala”, en mi artículo 16-2022 que denominé, “Entre la Biblia y la Constitución”, hago ver a otros personajes de la política que gobernaron y utilizaron la Biblia para auto revelarse como enviados por Dios.
“A Dios sea la Gloria”, como orgullo por haber alcanzado por medio de la política, el gobierno municipal y el poder, como menciona Agamben, pueda que el poder necesite de la gloria y agrego, pueda que en el seno de la municipalidad esté vacía de poder, por eso necesitan construir un reino para que sean glorificados, o han logrado un reino y poder en la municipalidad lleno de providencia, porque cambió sus vidas de pobre a poderosos.
Agamben, menciona que todos los conceptos de la moderna doctrina del Estado y agrego lo Municipal, son conceptos teológicos secularizados, es decir, la teología de la cristiandad no es un relato sobre los dioses, es un tratado sobre economía, providencia, autorrevelación, gobierno y cuidado del mundo. (Agamben, 2008, pág. 91).
Los que gobiernan actualmente necesitan demostrar su poder, necesitan que sean reconocidos, que el pueblo sea agradecido con el reino y la gloria quienes están dentro del palacio municipal de Cantel. Las personas que monopolizan el poder en la municipalidad no mencionan literalmente que sean glorificados, ellos aguardan silencio y están callados, pero que sean tratados con reverencia, prueba de lo que colocaron en letra grande a Dios y a la Gloria.
Lo que pasa es que hay un gobierno municipal que reina sobre un reino devastado, contaminado, desordenado, no hay respuesta a un sinfín de problemas administrativos y otros servicios públicos insuficientes.
Nadie sabe con exactitud hacia dónde va el municipio con un aumento acelerado de la población, las principales vías de comunicación terrestre están colapsadas, la entrada hacia la aldea Chuisuc de tres kilómetros aproximados se ha puesto 15 túmulos, es decir, un túmulo por cada 200 metros, tres de ellos colocados en unas pendientes. El problema de la contaminación ambiental no tiene respuesta inmediata, la demanda del agua es crítica y demás problemas, cuyo gobierno municipal se queda sin respuesta inmediata.
De tal manera, se recurre a la divinidad, “A Dios sea la Gloria”, cuya interpretación significa que el sentado en la silla edilicia da apariencia de que reina, pero no gobierna, entonces tiene que auxiliarse de Dios para que su reino pueda ser reconocido y que el alcalde y su partido sean glorificados como decir: “al Partido Todos que llevó a David Chojolán a la alcaldía, sea la Gloria, amen”, porque la política moderna impone su Reino con el gobierno de Dios, es decir, Dios es el que gobierna, no es David Chojolán, aunque el alcalde se presenta como único soberano humano y divino; sin embargo en el palacio municipal Dios reina, pero no gobierna.
Invirtiendo lo que menciona Giorgio Agamben lo siguiente: la política se vuelve litúrgica en vez de acción, himnos y estética en vez de acción, gloria en vez de potencia para gobernar, la gloria es por las tajadas de bienestar que se alcanza en la municipalidad.