La desnutrición en Guatemala es un problema que se agudiza cada día, sin embargo, la moringa puede contribuir a menguar esta problemática: es un arbusto que se cultiva en las zonas cálidas de Guatemala, tanto en plantaciones como en patios de viviendas.
Esta planta tiene el doble de proteína que el yogurt y los huevos, tres veces más hierro que las espinacas, siete veces más vitamina C que las naranjas, supera a las zanahorias en vitamina A y posee cuatro veces más calcio que la leche; ideal para quienes son intolerantes a la lactosa. Eso no es todo, la Moringa también es fuente importante de vitamina B, minerales y 18 aminoácidos, de los cuales ocho son esenciales.
A lo anterior se debe que también reciba el sobrenombre de “Árbol de la vida”, aunque su nombre científico es Moringa Oleifera.
El agrónomo originario de Coatepeque, Jonatán López Hernández, plasma que propiedades de este arbusto también han sido estudiadas por centros de investigación en universidades internacionales.
La Moringa es un arbusto frondoso que alcanza hasta unos 12 metros de altura y se puede consumir desde la raíz hasta las semillas. Además de nutrir, cura enfermedades y tiene otras propiedades de beneficio hasta para el cuidado del ambiente.
Su consumo ayuda a tratar infecciones provocadas por bacterias, también es ideal para personas que padecen diabetes, presión arterial, anemia.
Sus principales formas de consumo son en infusión, en polvo o cápsulas. En los mercados de Quetzaltenango se puede comprar a un precio de Q10.00 la onza de hojas secas, ideales para preparar té.
a Moringa es nativa de África, pero en Guatemala se produce en zonas cálidas.