En las afueras de la sede del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), zona 6 de Xela, permanecen desde tempranas horas de este Domingo de Resurrección los seres queridos de tres de las cuatro victimas mortales del accidente de tránsito protagonizado anoche por un bus de transporte colectivo de la empresa «Monjas» en jurisdicción de El Palmar, Quetzaltenango.
En la morgue del Inacif se encuentran los cuerpos de José Cosoguá, Elvia Osorio Chitá y Yeimi Maribel Chavajay, de 18 años, quienes son originarios del municipio de San Pablo Jocopilas, Suchitepéquez, y retornaban junto a otras personas 56 personas que resultaron heridas hacia su lugar natal tras haber participado en una actividad religiosa cuando ocurrió la tragedia que también cobró la vida de la niña Avigail Cochoj, cuyo cuerpo se encuentra en Mazatenango.
Alex Osorio, amigo de los fallecidos, explicó que los occisos y los heridos pertenecen a una congregación cristiana evangélica llamada «Sala Evangélica» y habían viajado la madrugada de ayer a San Francisco El Alto, Totonicapán, donde se realizaron conferencias de la misma congregación.
Juan Chavajay, tío de Yeimi, comentó que ella era una persona alegre, amigable, estudiosa y con anhelos de sobresalir.
«Estaba estudiando el último año de la carrera de administración de empresas y se preparaba para ingresar a la universidad porque su meta era graduarse de la universidad para darle una mejor calidad de vida a su familia», concluye.
De acuerdo con reportes de socorristas, la unidad colectiva habría sufrido una falla en el sistema de frenos, lo cual provocó que derrapara, colisionara contra un vehículo particular y cayera a un barranco de 30 metros.