Por Kevin González
Vendedoras de flores que se instalan frente al Cementerio General de Quetzalteanango, toman medidas sanitarias como precaución, desde que se dio a conocer el primer caso de Covid-19 en Xela.
Por estar cerca del camposanto, sus ventas han disminuido considerablemente. Ya no hay visitantes ni compradores.
De seis vendedoras que atendían en el lugar, ahora solo hay dos. El resto prefirió quedarse en casa y otras comercializar en el mercado Las Flores.
María José López, una comerciante que decidió quedarse en el sitio, informó que hasta tuvieron que comprar bombas para desinfectar todos los días los locales. En otra ocasión contrataron a una empresa privada para que desinfectara el lugar.
López indicó que las ventas bajaron tanto que si les va bien logran vender Q100, aunque hay días que solo llegan a los Q5.
Muchas personas tienen la desconfianza de comprar con ellas, sin embargo, hacen el llamado para que se acerquen, ya que adoptaron todas las medidas sanitarias anunciadas por las autoridades.
De 25 manojos de flores que vendían al día, ahora son solo cinco. Antes comercializaban 10 paquetes de rosas, ahora tres.