Representantes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales de Xela y la región, involucrados en temas de niñez, participaron este miércoles en un análisis coyuntural sobre la migración infantil irregular en Centroamérica y México.
Esta actividad se realiza en el marco de la presentación del proyecto de Aldeas Infantiles SOS sobre atención y protección a la niñez y adolescencia migrante no acompañada, el cual durará tres años y cuenta con la asistencia técnica y financiera del gobierno de Alemania.
El proyecto busca generar mecanismos para atender y proteger de mejor manera a los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, especialmente en el momento de su retorno y deportación al país.
Otto Rivera, secretario ejecutivo de la Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni), y coordinador de la Red Niña-Niño Guatemala, comentó que se pretende que estos mecanismos, de sensibilización, prevención y atención, se trabajen de manera interinstitucional, desde Aldeas Infantiles, con otros actores, como la Secretaría de Bienestar Social, la Dirección General de Migración, entre otros.
Preocupante migración
Irene Enriquez, coordinadora nacional del proyecto migración infantil irregular en México y Centroamérica, explicó que es necesario abordar estos temas, pues existen muchos riesgos para los niños y adolescentes no acompañados que migran, entre ellos, la trata de personas, abusos sexuales e incluso la mueerte. “Uno de estos casos es el de Claudia Gómez (asesinada en Estados Unidos por la Patrulla Fronteriza), pero no es el único, hay muchos más y no se les da cobertura. Nos preocupa que esto se vea como algo normal cuando no lo es”, comentó.
Por su parte, Rivera explicó que las causas que provocan la migración en niñez y adolescencia son tres: violencia, que se ejerce en comunidades de origen o de destino; la pobreza y pobreza extrema en sus lugares de residencia; y la reunificación familiar. “Para evitar la migración son necesarias acciones programáticas de política intencionada, como oferta educativa, oferta recreativa, oferta cultural, y para sus padres, empleos dignos, porque muchos jóvenes migran para contribuir con sus familias económicamente”.
En cifras
En 2017, de acuerdo con registros de las Casas Nuestras Raíces de Guatemala y Quetzaltenango, 4,328 niños, niñas y adolescentes no acompañados fueron retornados. La mayoría, en un 25 por ciento son de San Marcos y 24.95 por ciento de Huehuetenango, luego en un 13 por ciento son de Quiché, 6.7 por ciento de Quetzaltenango, 3.6 por ciento de Sololá y 3.4 por ciento de Guatemala.
El 63.1 por ciento del total son indígenas.
Este año, de enero a marzo, el número de niños, niñas y adolescentes detenidos en México y Estados Unidos, ha aumentado en comparación con 2017, de acuerdo con el informe de un observatorio regional. Este año, hasta marzo, suman 1,335 casos de menores de edad deportados vía terrestre, y en 2017, 625.