La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) da a conocer que durante el 2021, el 71 por ciento de las facturas electrónicas emitidas en Guatemala fueron registradas como «consumidor final». En vez de un número de NIT que se asocie a una persona individual o jurídica.
Según el superintendente Marco Livio Díaz Reyes, el tema es preocupante ya que rompe la cadena del pago oportuno de los impuestos, promueve la informalidad e incide en la recaudación por IVA e ISR que se deja de percibir.
La SAT detalla que durante 2021 hubo un total de 650 mil 738 facturas emitidas como consumidor final, y de esas, 209 mil 331 fueron por montos mayores a Q25 mil. “Lo que equivale a más de Q15 mil millones que no tienen un registro especifico”, detalla la SAT.
Según la Ley de Impuesto al Valor Agregado (IVA) los contribuyentes individuales, registrados así ante la SAT, deben pedir que las facturas se emitan a sus nombres y apellidos y no al nombre de su negocio (si lo tuviera), para evitar problemas con el reconocimiento del IVA.
Pedir la factura con nombre, permite que no se rompa la cadena IVA, según la SAT.Según el experto José Alberto Guillén, al solicitar la factura con un nombre se garantiza que los impuestos vayan al Estado y fortalece el desarrollo nacional y local. Sin embargo, cuando no se pide factura, también se pagan impuestos, pero puede que se queden en la empresa y beneficiar a los empresarios. “Se genera solvencia moral y ética para exigirle al Estado un buen uso de los mismos y el cumplimiento de sus obligaciones sociales”, detalla.
La SAT recomienda pedir que se emitan las facturas al nombre del consumidor.