La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) informa esta semana sobre un nuevo caso de defraudación tributaria que involucra a 410 empresas en un esquema que evadió más de 300 millones de quetzales en impuestos.
El caso, denominado «B410» o «Bamvi 410», fue presentado en una conferencia de prensa donde se expusieron los detalles de la operación ilícita.
Según el superintendente Marco Livio Díaz, la estructura fraudulenta estaba diseñada para apropiarse del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Las empresas involucradas facturaron un total de 6.4 millardos de quetzales entre 2021 y 2024, pero pagaron apenas 26.9 millones de quetzales en impuestos, una cifra muy por debajo de lo que deberían haber contribuido.
La red operaba desde direcciones inexistentes, particularmente en zonas rojas de la capital, y muchas de estas empresas actuaron como proveedores directos del Estado durante el período investigado.
La SAT detectó irregularidades cuando identificó que más de 200 empresas compartían una misma dirección fiscal en la 33 calle C 10-16 de la zona 7, colonia Bamvi, una dirección que no existe. Además, se descubrió que más de 100 empresas usaban los servicios de un mismo perito contador, quien denunció haber sido inscrito sin su consentimiento.
Fuente: Gobierno de GuatemalaLa investigación, que tomó tres años en recabar evidencia, también reveló que el 75 por ciento de las empresas fueron constituidas por el mismo notario, compartiendo un representante legal guatemalteco registrado en Belice. Las autoridades encontraron además conexiones entre los contribuyentes, incluyendo movimientos financieros entre parientes cercanos y un mismo firmante de cuentas.
Ante estas revelaciones, la SAT ha presentado una denuncia en el Ministerio Público contra 32 de las empresas involucradas. Será esta entidad la encargada de investigar y determinar las responsabilidades legales, así como de identificar si existen vínculos con exfuncionarios del Estado.