Han transcurrido 23 días desde que inició el paro magisterial y desde esa fecha las clases se han suspendido en varios centros educativos de Quetzaltenango y el país.
Los maestros, quienes además tienen tomada la Dirección Departamental de Educación de Quetzaltenango y las supervisiones, exigen que se le dé cumplimiento al Pacto Colectivo.
Padres de familia han manifestado su inconformidad por la falta de clases, y han exigido que se retomen las actividades. «No se debe permitir que la educación siga siendo afectada de esta manera», dijo un padre de familia de un instituto de la zona 3 altense, quien omitió su nombre.
Flor Gómez, delegada de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Quetzaltenango, comentó que en los centros educativos donde se han suspendido las clases se pone en riesgo el cumplimiento de los 180 días efectivos de clases, además se afecta el proceso formativo.
«Hay establecimos donde los maestros están bien empoderados de las necesidades de los estudiantes, pero en otros no», comentó Gómez, quien aseguró que el país también se ve afectado, porque los Índices de Desarrollo Humano en el país son bajos, y uno de los pilares de ellos es la educación.
Autoridades de la Dirección Departamental de Educación se han limitado a decir que esperan que el problema se resuelva lo más pronto posible.