Justa Cristina Sarat de Batres de 69 años y su esposo Edmundo Chávez García, 71, son víctimas de los efectos económicos que han generado las medidas tomadas por el Gobierno de Guatemala para prevenir el Covid-19.
«La estamos pasando muy mal porque estamos recomendados en un taller, ahora que mi esposo no puede ir a la terminal a ganarse Q15 o Q20 diarios, no tenemos que comer, él es atiempador en los buses en la terminal, pero ahora no hay oportunidad», refirió Sarat.
Justa y su esposo están enfermos, ella solo tiene un 20% de visión y él tiene problemas en la espalda y una pierna. Ya no fueron al médico porque no tienen dinero.
«Ahora no salimos, aquí nos estamos, las almas de Dios nos alcanzan frutas y comidas; ayer nos trajeron media docena de plátanos y un poquito de leche, con eso vivimos», explicó Justa.
La pareja tuvo un hijo, pero toma mucho licor y desde hace tiempo ya no lo ven.
Si usted quiere ayudar puede llegar al Taller Ordóñez ubicado en la diagonal 2, zona 2 camino a Chiquilajá.