El Monitor Global de Emprendimiento (GEM), desde 2016 a la fecha, agrega un apartado para conocer la percepción de las personas que han sufrido algún acto delincuencial y así conocer más detalles relacionados a la cultura de denuncia.
Según estos datos, el 59.5% de víctimas omite hacer la respectiva acusación por distintas causas. Al comparar los resultados de 2023 con años anteriores, es notorio que la brecha de confianza entre la población y autoridades se abre cada vez más.
Al menos en 2022, era el 12.2%, y en 2023, el resultado fue que el 19.6% de los encuestados desconfían de los entes a cargo de investigar estos hechos.
El 19% considera que es una pérdida de tiempo y esfuerzo, porque al final nada pasará. El 17% tiene temor a represalias, cuando los victimarios residen en la misma comunidad. El 11% no lo considera grave y prefiere dejarlo pasar. El 2.6% desconoce a dónde acudir para hacer la denuncia. El 5.5% considera que el trámite es complicado y tarda, mientras el 24% restante no lo hace por distintos motivos.
El analista David Cazasola asegura que para trabajar a profundidad en la reducción de estas cifras, es necesario realizar una encuesta de victimización, porque no se trata de un registro administrativo, sino que es representativa, más densa, profunda y permite hacer conclusiones.Victimización es el nombre de esa relación que se construye entre personas que han sufrido un delito durante el último año o un período de referencia, la cual se obtiene al dividir la cantidad de entrevistados con la de personas que dicen haber sido víctimas de un delito.
“La encuesta de victimización permite comprender la exposición que puede tener un grupo de la población ante un hecho delictivo (…) Sirve de línea base o punto de partida para saber cómo estaba la situación antes de hacer la intervención y comprender como ha ido evolucionando”, explica Cazasola.