“El aprendizaje nunca agota la mente”.
Leonardo da Vinci
El aprendizaje si es auténtico, si es por pasión, si es en pro de lo que te gusta, si es por tus sueños, si es por lo que le da sentido a tu vida, nunca, nunca agotará tu mente; es más, la llenará de poder y ese poder es ilimitado. Debes dejar tatuado en tu pensamiento que la inteligencia puede desarrollarse y que seguir aprendiendo alimentará tu mente y desarrollará al máximo tu creatividad, sin importar el campo en el que te desenvuelvas; hay grandeza para todos, no seas autosuficiente.
La neurociencia afirma que con cada nuevo aprendizaje el cerebro realiza nuevas conexiones neuronales; eso significa que los aprendizajes auténticos, nunca agotarán tu mente, la mantendrán activa y en expansión. Por eso es vital mantenerte en continuo aprendizaje; comprende, es vital aprender siempre, de por vida, crea tus propios planes de estudio según el enfoque que quieras darle a tu vida.
Entrena tu mente, lee activa, crítica y constantemente; experimenta, escribe, dibuja, has esquemas, comprueba hipótesis, produce, genera productos útiles y significativos, presta tus servicios. Aprecia el error en el proceso de construcción de tus sueños; cada error te hará más sabio y estará más cerca de llegar a ser quién quieres ser. Desarrolla tu inteligencia al máximo.
No te restrinjas en términos de pensamiento; piensa en lo mejor. Quizá alguna vez has escuchado decir que la mente es poderosa y eso es verdadero; es poderosa, nunca lo dudes, te conviertes y atraes lo que piensas. Por eso nunca te quejes, sé proactivo. El auténtico poder está en ti, en tu manera de pensar, sentir y proceder.
Los pensamientos que genera tu mente poseen energía. Aprende a desarrollar una mente positiva y de abundancia.
No pienses en limitaciones; piensa en grande, porque eso es lo que eres. Hasta ahora, has llegado a ser lo que pensaste ser, pero llegó el momento de proyectarte hacia un nuevo nivel. Desarrolla una visión mental de ganador. Jamás pienses en victimizarte, porque atraerás lo peor. Mereces lo mejor, piensa y trabaja en ello.
Pregúntate, responde y acciona:
¿Cuál es tu visión personal para dentro de cinco, diez, quince o veinte años Empieza a vivir y a aprender conforme a ella.
“Cuando no hay visión, el pueblo perece.”
Proverbios 29:18