El tiempo pasa en forma inexorable, transcurre entre el ruido y la prisa, y no nos percatamos, porque rara vez nos detenemos para escuchar el silencio. Romano Battagilia, 1933-2012.
Y en ese ruido y prisa, el diario digital La Voz de Xela ha llegado a su primer año de vida como medio de comunicación; sin duda, ha habido vicisitudes, errores, tropiezos, caídas, etc., pero precisamente eso es lo que hace fuerte a las instituciones, y de alguna manera ayudan a consolidarlas, expreso por este medio mis hondas felicitaciones a todos los que hacen posible al primer medio digital de Quetzaltenango; al mismo tiempo, agradezco por haberme invitado a expresar por medio de la columna AJQUEM mi punto de vista sobre diversos tópicos que nos aquejan a los guatemaltecos. Toca a los lectores de La Voz de Xela formarse su propio criterio y todos juntos ayudar a Quetzaltenango, y obviamente a nuestra linda Guatemala, a salir del atolladero en el cual nos han sumido.
Es importante, necesario y casi que obligado, que todo medio de comunicación debe tener una línea editorial definida, sin el más mínimo sesgo alguno, de esa cuenta, hago votos para que La Voz de Xela encarne lo que en su momento se definía como el cuarto poder, el cuarto poder contribuyó a dar voz a los que no tenían voz, y de alguna manera apuntaló los cimientos de la democracia, sin embargo, el poder económico y político de los últimos tiempos corrompió varias instituciones y personalidades, de tal manera que, incluso casi todos los medios de comunicación, fueron infectados por este cáncer llamado corrupción. Soy optimista y veo a La Voz de Xela ser ese vehículo donde el ciudadano pueda denunciar, canalizar y exigir la solución a sus necesidades más urgentes, y de esa cuenta, propiciar cambios profundos para lograr tener una mejor calidad de vida.
El ciudadano debe tener conciencia y conocimiento para diferenciar a los medios de comunicación, para nadie es un secreto la existencia de medios que están al servicio de la clase corrupta, la clase que se resiste a abandonar su status quo, en detrimento de la clase más pobre del país. No es posible darle credibilidad a estas “empresas” disfrazadas como medios de comunicación, las cuales abiertamente han manifestado su total apoyo al pacto de corruptos, es inaudito cómo un canal de televisión por cable le da todo el espacio a una supuesta periodista cubana para insultar y calumniar al señor Iván Velásquez, actual director de la Cicig, todos sabemos el trabajo tesonero y arduo realizado hasta la fecha por la Cicig, bajo la dirección del Sr. Velásquez.
Reitero mis parabienes y nuevamente expreso que La Voz de Xela vino para quedarse.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.