PUNTUAL
La Navidad es el acontecimiento más hermoso de todos los tiempos, porque el Altísimo nos dio los mejores regalos como humanos: la gracia, la misericordia y la salvación por medio de su Hijo Jesús.
A pesar de que vivimos cada uno a su ritmo y a su manera, esta fecha no debe pasar solo como celebración, sino como una oportunidad de agradecer por todo.
Ayer mi amigo Ervin Díaz me compartió este mensaje del que desconocemos su autor, pero es tan valioso que lo comparto con todos ustedes.
No reneguemos este año, por el contrario, demos gracias porque seguimos aquí:
“ESTE HA SIDO UN GRAN AÑO.
En el año de la muerte, estoy vivo.
En el año de la enfermedad, estoy sano.
En el año de la escasez, he sido bendecido con pan en mi mesa.
En el año de la caída, estoy de pie.
En el año del temor, estoy confiado.
En el año de los desastres, estoy seguro.
Este ha sido un gran año.
Tengo un GRAN DIOS.
Cuando todo el mundo parece ir a la deriva, nuestra barca sigue aún su camino y no se ha hundido, y no ha sido por nuestras fuerzas, sino solamente por su gracia». Amén.
Si llegamos a una celebración más del Nacimiento de Jesús es porque Dios nos ama y porque seguramente tiene grandes propósitos para nuestras vidas. Pero más que lo que viene, hay que estar agradecidos por lo que hemos pasado y vivido. Los que han sufrido el Covid-19 y lo superaron, y quienes no hemos sido tocados, todos debemos tener un genuino agradecimiento.
Por todo lo anterior, propongo algo diferente, que en esta Navidad pidamos, pero no por lo que queremos, sino por lo que tenemos. Que pidamos por nuestra vida. Que pidamos por nuestro trabajo, porque no estamos desempleados a pesar de las circunstancias.
En esta Navidad siento mucha gratitud por todo, hasta por lo perdido. ¡Un fuerte abrazo!
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.