En Xela cada ciudadano tiene una historia que contar. Muchos quetzaltecos realizan diferentes oficios para llevar el sustento a sus hogares. Hoy te compartimos historias detrás de estos deliciosos helados tradicionales.
Iniciamos con la historia de don José López, originario de Olintepeque, tiene más de 30 años vendiendo helados de nieve. A diario sale de su hogar con su carreta a recorrer las calles, “al inicio estos helados tenían el costo de 5 centavos, pero con el paso de los años actualmente tienen un precio de Q3 y Q5 dependiendo del tamaño”, comenta.
Los sabores de estos tradicionales helados forman parte de la infancia de muchos.Don Román Agustín, tiene 54 años vendiendo helados. Inició desde muy joven y no ha soltado su carrera, es una persona trabajadora y luchadora, mencionando que con sus 83 años de vida continuará con este trabajo. “Mi satisfacción es ir a las escuelas y ver que los niños y personas disfruten de los helados”, expresa.
Rodrigo Sánchez, quien compra estos deliciosos helados, comenta: “Estos sabores forman parte de mi infancia, espero que nunca desaparezcan estos helados artesanales, son bastante trabajosos y son tan baratos. Los señores son los más humildes, recorren muchas calles con su carretilla, pero en estos tiempos, las grandes marcas de helados y precios bastante caros les han quitado bastante negocio”.
¿Cómo realizan los helados?
José López comparte que estos helados artesanales se logran en base a ingredientes como vainilla, leche, azúcar, estabilizador de hielo. Lleva un proceso fácil pero con algo de tiempo.
Cuando ya se tiene la mezcla, se coloca en un cono de helado y se le agrega el jarabe rojo, el cual está hecho de esencia con azúcar.