Un hombre se convirtió en la primera víctima mortal de Covid-19 en ser sepultada en uno de los nichos familiares que se encuentran en el cementerio general de Xela, zona 1, luego que las autoridades municipales y del Área de Salud de Quetzaltenango dieran luz verde a esta nueva modalidad de inhumación.
Juan Carlos Díaz, jefe de la Dirección Municipal de Servicios Ambientales, explicó que el protocolo establece que lo familiares de los fallecidos deben cumplir los siguientes requisitos: presentar título de propiedad original del nicho o declaración jurada, el fallecimiento debe haber ocurrido entre las ocho de la mañana y tres de la tarde porque el entierro debe ser en un lapso de seis horas, el nicho debe estar en buen estado, deben contratar a dos albañiles debidamente protegidos con mascarilla KN95 y traje y al finalizar el entierro se debe colocar doble tapadera en el nicho.
De acuerdo con Díaz, en los casos en los que los familiares no cumplan con la normativa sus seres queridos serán inhumados en el área conocida como La Loma donde cada día se habilitan 20 fosas para nuevas víctimas mortales.
Según registros municipales, hasta la fecha van inhumadas 111 personas en el camposanto general, las cuales se distribuyen de la siguiente manera: Seis en mayo, 17 en junio, 64 en julio y 24 en lo que va de agosto.