Las infecciones parasitarias están entre las principales causas de muerte en menores de un año en Guatemala, según el estudio “El Desempeño Económico y el Cambio Climático”.
En 2023, el 27 por ciento de las enfermedades que padece ese sector de la población corresponden a infecciones parasitarias, y en la mayoría de los casos se debe a la contaminación fecal del agua.
En circunstancias similares se encuentra la población escolar en Quetzaltenango. En un estudio donde se evaluaron muestras fecales en alumnos de 5 a 14 años de 4 escuelas públicas de Quetzaltenango, a partir de 2009, se ha determinado que este problema es recurrente cada año y coincide con otras investigaciones realizadas por otras instancias.
De 500 estudiantes que dieron su consentimiento para participar en este estudio de la Universidad de San Carlos de Guatemala, un total de 146, o sea el 29 por ciento, presentaron parasitismo intestinal.
En la mayoría de los casos, los parásitos detectados fueron “Endolimax nana” y “Blastocystis hominis”, también a causa de contaminación fecal tanto en agua como en alimentos.
Esta situación deja claro que el sector público y privado deben tomar la rienda y comprometerse con la sostenibilidad, así como con el uso responsable de los recursos naturales, donde el pilar sea la autosostenibilidad.
Implementar la ecoeficiencia en Guatemala es un desafío, según plasma el estudio mencionado, elaborado por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales; por lo tanto, urgen acciones por parte del Estado.