Como parte de su Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), el estudiante de Ingeniería Mecánica del Centro Universitario de Occidente (Cunoc), Óscar Maldonado, desarrolló una Impresora 3D de bajo costo.
La máquina, que para imprimir utiliza PLA, que es un plástico biodegradable, tuvo un costo de Q4 mil para Maldonado, a quien le tomó cuatro meses y medio su construcción y otro mes y medio su implementación en la universidad.
El estudiante refirió que ya se han hecho algunas pruebas y se han impreso unos 10 prototipos, entre ellos, un corazón a escala.
“El objetivo es acercar a los estudiantes a este tipo de tecnología. Que ya no deban buscar piezas en el extranjero, sino que puedan diseñarlas y construirlas aquí”, refirió Maldonado.
La máquina además se utilizará para imprimir las piezas de una impresora que será 15 veces más grande que la actual.
Beneficio social
Maldonado explicó que la impresión 3D también tiene un amplio mercado en el mundo de las prótesis, pues se reducen costos casi en un 50 por ciento. Al contar con una impresora más grande, que es lo que se busca, se podrían crear éstas.
“Este es un salto en la forma de pensar a nivel académico, y queremos exponenciarlo a otras divisiones como Medicina y Odontología, y que de alguna manera ellos puedan tener acceso a esta tecnología”, refirió Víctor Carlo Hernández, director de Ingeniería del Cunoc.
Ariadna Cifuentes, catedrática del laboratorio de Anatomía Humana, dijo sentirse impresionada al ver el prototipo del corazón humano, pues aunque es a escala, “está perfectamente diseñado, esto es innovación”, refirió.
Agregó que con el actual modelo de impresora, se pueden imprimir piezas que ayuden en la enseñanza. Pero con otro modelo a futuro, se pueden crear prótesis, que son ajustadas para cada paciente.