Branly Giovanny López Quemé, nuevo director del Teatro Municipal de Quetzaltenango refiere que su primera acción será reducir la agenda cultural para afinar la estructura; pero necesita apoyo político, de lo contrario no está interesado en continuar.
López fue uno de los que fortalecieron los procesos en CasaNo´j donde fue director y tiene una amplia trayectoria nacional e internacional.
¿Cuál es su primer diagnóstico?
Me encuentro con un equipo cansado que hasta ha tenido que pagar de su dinero para impresiones e Internet, las condiciones son precarias en el teatro y un presupuesto bajo.
¿Cuál es la línea que seguirá?
Seguiré el trabajo que inició Vanesa Rivera, porque este es un teatro no un salón de usos múltiples.
¿Cómo están las condiciones físicas del teatro?
No se pueden usar las galerías desde el terremoto de 2012 y la última restauración completa que le hizo al edificio fue en 1902. Además el reglamento está obsoleto y se piensa en la celebración de los 125 años, sin embargo, no ha sido declarado Patrimonio Nacional, eso no da certeza jurídica y por eso es que cualquiera va a querer usar el teatro para lo que quiera y por sus usos ha sido deteriorado.
¿Qué opina del uso que se le ha dado al Teatro?
Es lamentable que la mayoría de artistas se presenten adhonorem, eso significa que no se respeta, ni al artista, ni a los gestores culturales; mi paso por esta institución no si sea de una semana o tres meses, pero mi profesión tiene que evidenciar como recibo el teatro para que la población las condiciones en las que está. Si hay descuido en las instalaciones, significa que el municipio en todos sus ámbitos no le interesa la cultura y está a condenado a no tener ciudadanos pensantes, sino los borreguitos de siempre.