“O Rei” Pelé falleció el 29 de diciembre a los 82 años en un hospital de Sao Paulo, Brasil. Su salud empeoró desde hace semanas porque el cáncer de colon había afectado otros órganos.
El anuncio de su deceso causó profunda tristeza en el mundo del futbol. Miles de personas se congregaron en su país natal para despedirlo y las redes sociales se llenaron de emotivos mensajes de despedida.
Sin embargo, también surgieron datos curiosos del Rey del futbol. Su ejemplo de haberlo ganado con el Santos de Brasil y con la selección verdeamarela. Tres veces campeón del Mundo.
Todo un ícono para los amantes de este deporte nacidos entre 1950 y 1970, años en los que era el ídolo y el ejemplo para seguir.
A Guatemala llegó en tres oportunidades y siempre dejó en el ambiente el interés por conocerle, tomarse una fotografía o conseguir un autógrafo.
No era tarea sencilla. Y tampoco había tanta tecnología para lograrlo. Pero un caso ocurrió durante el Mundial de Corea-Japón 2002.
En un avión viajaba un grupo de quetzaltecos para presenciar el mundial que más tarde daría como campeón del mundo a los brasileiros.
En esa misma aeronave, de dos pisos, como la recuerda el quetzalteco, Alfonzo Macario, iban personalidades de la FIFA, entre ellas Pelé.
Se acercó para pedirle se tomara una fotografía con él, pero no accedió porque el resto de sus acompañantes estaban durmiendo y con el flash de la cámara convencional podrían interrumpirlos.
“No era como ahora que con un celular se pueden hacer las fotos más rápidas. Pero se portó muy bien. Accedió a darme su autógrafo. Fue muy emocionante poder estar tan cerca de él”, recuerda Macario.
Sin pensarlo sacó de inmediato un billete guatemalteco. “Acostumbro a llevar la moneda nuestra en los viajes para intercambiarla con otros turistas de otras nacionales”, explica.
Sin dudarlo sacó de su billetera un billete de Q100 y se lo entregó al astro del futbol mundial, que accedió a firmarlo y estamparle un mensaje y su firma.
“Para Poncho, do amigo Pelé”, se lee el mensaje escrito con un marcador negro a la largo de la cara posterior de la moneda de Q100.
El empresario quetzalteco guarda con mucha nostalgia este recuerdo, pero también le agradece a Dios por haberle dado la oportunidad de conocer al más grande jugador de futbol que cambió la historia de este deporte que apasiona al mundo entero.