Por Angélica Valencia
El personal del Cementerio General de Quetzaltenango ha establecido protocolos específicos para la inhumación de cuerpos para evitar la propagación del coronavirus.
Las medidas van desde la desinfección previa al ingreso de un vehículo funerario y el uso de trajes desechables para las personas que acompañan al cuerpo.
Sin embargo, personas no acatan las recomendaciones, lo que es alarmante para las autoridades. Visitando en camposanto se presencia como una familia sale sin cuidado alguno y se quita la vestimenta de prevención en la orilla de la calle, donde pasan peatones.
Durante esta eventualidad, inmediatamente sale el administrador del lugar, Obdulio Morales, a reprender la acciones pero es demasiado tarde: de las cuatro personas que habían ingresado a las instalaciones del cementerio solo una regresó para realizar la acción.
Los trajes que proporcionan a los dolientes son desechables y deben ser puesto en un tonel que se encuentra en el interior del camposanto para ser depositado en una bolsa negra y luego son incinerados.
Morales indica: “No es primera vez que sucede, entendemos la condición de las personas pero es necesario hacer consciencia del tiempo que estamos viviendo”.
El administrador hace un llamado de conciencia al público en general a no aglomerarse en las afueras de las instalaciones ya que los protocolos de no ingresar son con el fin de guardar la distancia.
«Por esa razón se tiene señalizada la cuadra con cinta amarilla de no pasar y se limpian constantemente el área», puntualiza Morales.