En una operación conjunta, las autoridades guatemaltecas lograron la aprehensión de ocho individuos.
Se les acusa de estar implicados en una sofisticada red de estafadores que utilizaban números telefónicos con códigos de área extranjeros, mayormente de Estados Unidos, Bolivia, Perú y México, para cometer delitos de estafa en el país.
Las investigaciones revelaron que el dinero obtenido de estas actividades ilícitas era depositado en cuentas bancarias locales para luego ser transferido a diferentes destinos, incluyendo Estados Unidos, México, Bolivia y Perú.
El éxito del operativo representa un fuerte golpe a esta organización criminal transnacional.