La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales. Se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La salud mental tiene que ver con el bienestar emocional, psicológico y social. La falta de este afecta la forma en que se piensa, siente y actúa cuando se enfrenta a la vida.
Cuidar la salud mental ayuda a determinar cómo se maneja el estrés, las relaciones interpersonales y toma decisiones.
La importancia de ésta es fundamental en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez. Mantener una actividad mental ayuda a: