Este miércoles en Quetzaltenango se logra la captura de Ramón René Villagrán Cifuentes, de 39 años, por los delitos de remuneración por la trata de personas y violación.
El operativo fue coordinado por la Fiscalía contra la Trata de Personas del Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC).
La captura se registró en la diagonal 3, zona 8 de Quetzaltenango.
La solicitud fue hecha por la fiscalía y autorizada el 6 de mayo del 2020 por el Juzgado Especializado en Trata de Personas de Quetzaltenango. Los delitos adjudicados contra Villagrán Cifuentes fueron cometidos contra tres adolescentes, dos de ellas menores de 14 años.
La explotación sexual
Las pesquisas de la Fiscalía apuntan que los hechos ocurrieron entre los años 2018 y 2019. El ahora detenido las explotaba sexualmente para sí mismo a cambio de brindarles beneficios económicos. Aprovechando sus factores de vulnerabilidad las trasladaba a distintos lugares -como hoteles y baños termales-, de la ciudad capital, Suchitepéquez y Quetzaltenango.
Según el reporte policial, hoy al momento de su aprehensión, Villagrán Cifuentes se acompañaba de dos mujeres, una de ellas menor de edad, y al no contar con familia en la cabecera departamental de Quetzaltenango, fue remitida a la Procuraduría General de la Nación (PGN) y de esta manera continuar con las investigaciones de los hechos.
Qué es la exploración sexual
La explotación sexual puede ser de niños, niñas, adolescentes, hombres o mujeres. Se puede establecer que es “una violación a los derechos fundamentales de una persona, comprende el abuso sexual por parte de otra persona y su remuneración económica o en especie, tanto para el propio niño, niña, adolescentes, hombres o mujeres como para terceras personas”. También se puede definir como: “cuando una persona o grupo de personas involucran a personas menores de edad o adultos en actos sexuales, para satisfacción de los intereses y deseos de otras personas o de sí mismos, a cambio de una remuneración económica u otro tipo de beneficio o regalía”, señala la Secretaría Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.
La explotación sexual comercial constituye una forma de coerción y de violencia y representa una de las peores formas contemporáneas de esclavitud. También incluye las relaciones sexuales remuneradas con personas menores de edad, la utilización de niños, niñas, adolescentes en pornografía (incluida la que aparece en internet) y en espectáculos públicos y privados de carácter sexual, y la utilización del sector de viajes y turismo para la explotación sexual comercial.