El fallecimiento del padre Javier Almanza dejó un luto en la comunidad católica de Quetzaltenango, pues el párroco de la iglesia El Calvario, entregó un legado de ejemplo y amor al prójimo en vida.
El padre de El Calvario, Nicolás Pérez, lo recuerda como un gran líder dedicado a a la juventud y a los feligreses que necesitaban apoyo espiritual. «El en algún momento de su vida pensó quedare acá en Xela», dijo.
Feligreses acuden a la iglesia El Calvario para orar por el alma de Almanza.Una parte de las cenizas del padre, quien falleció a los 50 años, se quedan en la Iglesia El Calvario, otras serán llevadas a su natal Zelaya, Guanajuato, México.
Ahora se realiza una novena para pedir por su alma donde los feligreses se pueden acercar y hacer oraciones.
Almanza falleció a causa de complicaciones tras padecer de diabetes.