Armando Benjamín Paniagua Rodríguez, de 67 años, es el candidato a alcalde por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Participa en la serie Conociendo a los candidatos a la alcaldía de Xela con el director general de La Voz de Xela, César Pérez Méndez.
¿Es el regreso de Armando Paniagua a la política?
Así es. En el 2015 participé como candidato a la alcaldía por Quetzaltenango. Perdimos y había decidido retirarme de la política, sólo vi pasar las elecciones pasadas, sin embargo, pues hay muchas razones por las que regresamos y una de ellas es precisamente ver que Quezaltenango sigue igual, en el subdesarrollo, en la pobreza, en la falta de oportunidades para nuestra gente, entonces tenemos las fuerzas, los deseos, la experiencia y el conocimiento y tomamos la decisión de volver a la política.
Bueno, y en esa parte generalmente la gente no dice que perdió, sino que tuvo una lección o un aprendizaje. Usted mencionó que perdió para que esto no vuelva a pasar en el 2023 ¿Que está siendo diferente ahora el candidato a la alcaldía?
Bueno, la verdad es que nosotros perdimos por otras circunstancias. No fue tanto por los errores que nosotros hubiéramos cometido, afortunadamente, Armando Paniagua es una persona que nunca ha sido señalada judicialmente, absolutamente nada que fueron unos de los hechos por los cuales supuestamente hubo un castigo. Gracias a Dios estamos solventes, de hecho, si no, no estuviera participando, si no tuviera el finiquito y eso creemos que, al contrario, en lugar de volver a cometer errores que supuestamente hubieran sucedido. Estamos ratificando que siempre hemos sido en una línea lo más correcto posible, el anhelo de nosotros es sacar adelante a Xela, demostrar que podemos.
Cuando menciona que, al menos judicialmente no fue señalado, entonces ¿Qué tipo de señalamiento pudo haber tenido en el pasado?
Recuerde que nosotros venimos de un gobierno del Partido Patriota donde la CICIG hizo sus travesuras, se llevó a la cárcel a muchos funcionarios, a nosotros se nos mencionaba que éramos parte de los perseguidos. Hubo mucho amarillismo, lógicamente, y había señalamientos, de que había habido actos de corrupción, que estábamos escondidos, que andaba en la cárcel y que gracias a Dios jamás tuvimos ninguna acusación formal. Nunca fui citado al Ministerio Público, a un juzgado y lastimosamente, de esto lo que más duele es que tocaron a mi familia.
¿En qué sentido?
Se lastimó a mi hija que estudiaba en una de las universidades de Quetzaltenango. Esta es la fecha en que no se ha podido graduar porque había esa persecución al apellido Paniagua. Mis hijas que son empresarias, pero señalaron que Armando Paniagua era ahí donde lavaba los dólares. Fue doloroso. Mi hijo estuvo a un paso de poder el estrenarse en la liga mayor del fútbol con el Xelajú Mario Camposeco y hubo una persecución horrible.
¿Fue persecución o costo político?
Definitivamente hay que reconocer que este es un costo político, pero lo que duele es que no es contra Armando Paniagua, sino contra la familia. Quisieron lastimar la parte más sensible de uno como ser humano y creo que a cualquier hombre lo que más le duele es que le toquen a sus hijos y para mí fue difícil y por eso es una de las razones porqué volví a la política para dar la cara, para decirle a las personas aquí estoy, no debo nada y por lo tanto estamos listos para llegar a la alcaldía de Quetzaltenango.
Revisando la hoja de vida de Armando Paniagua, encontramos que fue candidato a concejal hace ya muchos años, que fue dos veces diputado al Congreso de la República por el distrito de Quetzaltenango y en el gobierno fue director de Fonapaz. Ahora ¿Quién es Armando Paniagua?
Armando Paniagua es una persona que desde pequeño le ha tocado duro e ir contra la marea, pues a los 11 años empecé a trabajar solo, como herrero, de dibujante, de constructor e hice muchos oficios de los cuales le agradezco a mis padres porque me dieron la oportunidad de estudiar en el Instituto Técnico Industrial, donde aprendí muchas cosas de soldadura mecánica, de banco, soy tornero, soy electricista. Cerré cursos en la Universidad de San Carlos de Guatemala en la carrera de ingeniería civil.
¿Dónde nació Armando Paniagua?
Mi barrio sobre la 8a calle, entre 13 y 14 avenida zona 3. Es un lugar lindo, recuerda las calles de tierra. Había solo milpa alrededor de nuestra casa.
¿Es importante ser de Xela para ejercer la alcaldía?
El que realmente esté en su ciudad, que haya nacido acá, tiene mucha responsabilidad para su pueblo. El ero oriundo trae la herencia de su familia. Mi padre jugó a la par de Mario Camposeco. Ser quetzalteco da esa responsabilidad, pero, ante todo, da el amor de Xela. Escucho la Luna de Xelajú en cualquier versión y me pongo erizo.
¿Cómo define ser quetzalteco?
Como una persona que debe ser responsable, es la cuna de la cultura, todavía tenemos buenas costumbres. Traemos esa herencia de nuestros abuelos, ancestros, mi abuela materna usaba el traje, tengo orgullo porque corre sangre maya kiché en mi cuerpo.
¿Cómo define su identidad?
Tengo con orgullo, soy un hombre de la raza maya kiché.
¿A qué se dedica actualmente?
Tengo mis empresas, Talleres Paniagua, bodegas Paguardar, y un centro turístico que se llama La Alameda y publicidad por medio de 12 pasarelas que están en la ciudad.
¿Se siente solvente para presentarse como alcalde?
Gracias a Dios por los años de trabajo tengo un momento económico bueno, no tengo riquezas, pero sí estoy solvente. Yo no pienso tener un salario en la municipalidad. No voy a cobrar.
¿No va a cobrar salario y dietas?
No, nada. Es una barbaridad que el alcalde y los concejales estén cobrando más de Q100 mil. Si realmente vamos a hacer algo por Xela debemos poner el ejemplo. No es que sea millonario, tesoros escondidos, no, pero me siento solvente, pero quiero trabajar por Quetzaltenango.
¿Esa idea salió de su corazón o es propuesta electorera?
Desde pequeño lo pensé. El sentimiento lo he tenido siempre. He trabajado sin compromiso de recibir algo a cambio.
¿Cómo se financia y cuánto cuesta su campaña?
Todo el equipo. No hay financistas. El problema de Xela es que se endeuda antes de. Después el constructor le cobra a usted dejando una mala obra o no cumpliendo un contrato. Si queremos cambiar Xela debemos empezar por eso, no podemos vender a la ciudad. El convenio con el equipo es dar un aporte, especialmente los que van en la planilla.
¿A qué partido representa?
A la Unidad Nacional de la Esperanza
¿Otrora opositores?
Recuerdo muchas anécdotas, especialmente con el diputado Mario Taracena, esto es pasajero, se debe tomar profesionalmente, como cuando uno está en el futbol. Se cambia de equipo, pero uno sigue de amigos. Estamos agradecidos porque la UNE nos abrió las puertas.
¿Por qué llegó a la UNE?
Conocí a Sandra Torres por una amiga. Luego ella tuvo una comunicación con mi esposa, se hicieron amigas, y hace dos años vino a Xela, estaba en la organización de la UNE, preguntó de mí, yo ya había tenido pláticas con 7 u 8 partidos, platicamos y me abrió las puertas.
¿Su meta es ser alcalde?
Si, es cierto, esa era mi insistencia. Ese es mi objetivo.
¿Asiste a alguna iglesia?
A la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
¿Ora?
Se cree en el padre, el hijo Jesucristo y el espíritu santo. Leemos la biblia, el libro del mormón.
¿Cómo es el carácter del candidato?
Soy muy disciplinado, estudié en la politécnica, me gustan las cosas bien hechas, de hecho, parte del plan de trabajo el alcalde estará supervisando obras y luego atendiendo a la gente. Soy bravo, claro, pero también bonachón.
¿Cómo está conformada su planilla?
Síndicos, Rafael Ruiz, Pablo Barrios, Erick Villatoro. Concejales, Aurelio Monzón, Fernando González, Lorenzo Nimatuj, Jeremías Chiché Xicará, Blanca Lidia Coyoy, Enrique Guzmán, William Pérez, José Carlos Morales, Nineth Gramajo, Vilma Arriola, Delia Gracias, Luis Santos, Alejandra Mazariegos, Valeria Maldonado y Nancy Chávez.
¿Un problema no resuelto que se comprometa a resolver?
La energía eléctrica. Eso ha sido un problema serio.
Mensaje final.
Queremos demostrar que en cuatro años las cosas van a cambiar. Tenemos a la gente para hacer ese trabajo. No tendremos asesores, sino gestores, operadores, gente que trabaje. Necesitamos tocar las puertas para hacer obra.
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