El 17 de junio se celebrará en el país el Día del Padre. Miles de padres de familia lo disfrutarán viajando, recibiendo obsequios o siendo agasajados con almuerzos o cenas especiales. Sin embargo, Rubén Álvarez, quetzalteco y padre de dos hijos, lo único que desea en esta fecha especial es que Dios y personas de buen corazón le brinden a su hija Jessyka Álvarez la posibilidad de seguir viviendo.
Jessyka, de 15 años y estudiante de segundo básico, fue diagnosticada recientemente con insuficiencia renal crónica (IRC) o pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales, lo cual ha sido un fuerte golpe para la familia y su padre.
Rubén comenta que desde hace cinco meses decidió dedicarse casi en la totalidad del tiempo al cuidado de su hija, quien debe someterse a tratamiento médico constante y tomar medicamentos que representan una gasto mensual de Q 2,500 a Q 3,000, que cada vez es más difícil de reunir para la familia.
Ruegan por ayuda
Visiblemente afectado por la situación, el joven padre comenta que su hija necesita urgentemente el trasplante de un riñón, pero que no tienen recursos para costear los Q 250,000 que se requieren para la cirugía.
«Pido a las personas de buen corazón que conozcan a alguien que desee hacer un acto de amor donando un riñón o apoyando con fondos para la operación, que por favor se comuniquen con migo», expresa.
Si deseas conocer más acerca del caso y apoyar a salvar la vida de Jessyka puedes comunicarte al 43947331.
Este es el testimonio del padre y su hija.