La población quetzalteca se distingue por la fidelidad y la identificación que tiene con lo que le pertenece, y hay ciertos nombres, que además de ser marcas, son consideradas parte de la vida cotidiana, y son un referente para la población de otros departamentos, incluso a nivel internacional.
Otro punto, a favor de la ciudad, es que forman parte del movimiento económico desde hace muchos años, explica Hugo Escobar, mercadólogo.
Fundado el 24 de febrero de 1942, cuenta con una historia importante en el futbol guatemalteco, al lograr cinco títulos nacionales. La institución destaca por el fiel apoyo de su afición, que acompaña a su equipo tanto de local como de visitante. Dentro de las páginas doradas del club destaca que en 2012 logró eliminar a las Chivas de Guadalajara, México, en la Liga de Campeones de Concacaf, siendo el único club guatemalteco en dejar fuera a un rival mexicano en una competencia oficial. Este año el equipo celebra su 75 aniversario, con la expectativa de lograr su sexta Luna.
Xelapan nació hace 36 años, a finales de junio de 1981, inició sus operaciones en una casa de la zona 1, empezó a trabajar con hornos de ladrillo y leña; desde 1998 hubo un cambio de imagen, que se ha ido innovando para adaptarla a las necesidades del mercado. En la actualidad existen 17 tiendas, 14 en la ciudad, una en Almolonga, en La Esperanza y una en Salcajá, de las cuales 12 tienen cafetería. Hace 6 años crearon a “Cachito”, un chivito que es la mascota de la empresa, y desde hace cinco está Mundo Cachito, un lugar diseñado para diversión de los niños.
Mario Álvarez y Roderico Martínez abrieron una granja de pollos para venderlos de casa en casa, de ahí surgió la marca Alvamar, pero debido a que ellos trabajaban por aparte, hubo pérdidas, por lo que Álvarez se retiró. Los esposos Roderico Álvarez y Angélica Martínez eran de escasos recursos, pero decidieron seguir con el negocio, cambiando el nombre a Albamar, a partir de ahí se volvieron pioneros en la venta de pollo fresco. Los propietarios adquirieron una abarrotería, que se destacó por los bajos precios, cuatro años después abrieron 17, con el tiempo instalaron una cafetería, hasta lograr el éxito de Pollo Frito Albamar, que cuenta con 4 sucursales, y es parte del grupo AM, que incluye al Gran Karmel entre sus marcas.
Surgió con el nombre de Petit Ballon, fundada por Rodolfo Richter, ingeniero textil de origen alemán, junto a su esposa Rosa de León, quienes se instalaron en la ciudad en 1946. Es muy conocido que en Quetzaltenango la mayoría de personas ha utilizado en algún momento una prenda de esta tienda, y figura también a nivel internacional, su especialidad son los artículos de tejido de punto, con el que fabrican prendas para bebés, niños, hombres y mujeres; hace unos siete años sufrió una crisis, pero logró posicionarse.
Este emblemático hotel ubicado en el Centro Histórico de Xela fue inaugurado el 7 de marzo de 1935, en la 9ª. calle de la zona 1, después se trasladó a la 4ª. avenida. El negocio lo formó Guillermo Bonifaz Córdova y Silvia Lagrange, como una opción para obtener ingresos y así apoyar a la familia, en total eran ocho hijos. En 1966 se puso a la venta el inmueble donde está ubicado, en la 13 avenida. El hotel es de cuatro estrellas, y uno de los más antiguos en la ciudad, posee 75 habitaciones, restaurante y bar. Emplea a más de 75 personas.
El producto estrella de Cervecería Nacional, todo empezó con la llegada a Quetzaltenango de Gustavo Kiene, en 1895, donde decidió instalar una pequeña industria cervecera. Con el tiempo fue produciendo distintas marcas, entre ellas la Bot Beer, que cambió su nombre a Cabro, que a la mitad del siglo pasado cobró liderazgo a nivel nacional e internacional, era apodada la “Súper Rubia”. La empresa innovó con el tiempo sus productos, Cabro quedó como un referente quetzalteco que se volvió exclusivo de Xela.
Aguardiente que destaca en su envase a una mujer con el traje típico quetzalteco, fabricado por Industrias Licoreras de Guatemala, que posee dos plantas de producción, una ubicada en Quetzaltenango. Esta empresa empezó a funcionar a finales de los años treinta, donde siempre ha destacado esta bebida, que es un símbolo que se emplea en celebraciones locales. En los últimos años se dio a conocer aún más por innovar en su presentación, con distintos sabores, donde destaca la rosa de Jamaica y el tamarindo.
Con 27 años de historia, este café es uno de los referentes para reuniones sociales, para compartir con amigos, familia y para los enamorados; la cafetería ubicada en el Centro Histórico resguarda mucha historia, en especial junio de 2015, cuando las llamas consumieron por completo lo que llevó años en construirse, sin embargo, el año pasado, renació, y volvió a abrir sus puertas; Baviera posee además dos sucursales, una en la zona 3 y otra en la zona 9.
Empezó en 1934, como un salón cantina, con los años han cambiado las administraciones, siendo la segunda en 1987, y la tercera en 1995, bajo la dirección de un estadounidense; en ese entonces, el segundo piso tenía servicio de Internet; después quedó el espacio disponible, en donde ahora los dueños implementaron una barra, para que fuera parte de los ambientes especiales. Otra pareja de extranjeros, que fueron trabajadores del lugar, adquirieron derecho de llave a inicios del 2000, y años después se quedaron con el negocio. Este salón reúne a propios y extranjeros, no solo por ubicarse en el Pasaje Enríquez, sino por una de sus especialidades, la pizza.
El 13 de julio de 1936 se inauguró el molino, a través de la sociedad Fanjul y Gutiérrez, esto surgió por la necesidad de producir harina de trigo y aportar al desarrollo del departamento, y en esa época la cosecha de trigo tenía alta demanda. Ahora, continúa siendo una industria que exporta trigo a otros países, como Canadá y Estados Unidos.
¿En qué radica el secreto?
Hugo Escobar, mercadólogo, explica que además del nombre, vale el tiempo que les ha llevado consolidarse, e innovar, pese a las crisis que en ocasiones han vivido, sin embargo, el público exigente de la ciudad los hace mantenerse.
“Hay algo que va más allá del nombre, y es mantener la calidad de los servicios y productos que ofrecen”, puntualiza.