En las postrimerías del siglo XIX la filosofía positivista, que asumía un desarrollo lineal e inexorable, permeó a prácticamente todas las sociedades; a esa época se le denominó como la “Era del Progreso”, siendo una de sus manifestaciones prácticas
En las postrimerías del siglo XIX la filosofía positivista, que asumía un desarrollo lineal e inexorable, permeó a prácticamente todas las sociedades; a esa época se le denominó como la “Era del Progreso”, siendo una de sus manifestaciones prácticas...