Según (González Lamadrid, y otros, 1997), el rey de Asiria se
creía el hombre más poderoso y dominador absoluto del mundo. Por eso el libro
de Nahúm comienza con un salmo (1, 2-8) que canta la inmensa grandeza y
omnipotencia de Dios. Presenta dos mo
Según (González Lamadrid, y otros, 1997), el rey de Asiria se
creía el hombre más poderoso y dominador absoluto del mundo. Por eso el libro
de Nahúm comienza con un salmo (1, 2-8) que canta la inmensa grandeza y
omnipotencia de Dios. Presenta dos mo...