Han pasado ya más de dos años del ejercicio gubernamental, tanto a nivel nacional como departamental y municipal, y la pregunta obligada, es: ¿en qué ha cambiado Guatemala en cuanto a pobreza, las necesidades de la sociedad y las promesas de quienes ocupan la presidencia, las gubernaturas y las alcaldías en el país? La respuesta es, ni más ni menos, lo que podemos ver y se puede resumir, en solo cuatro palabras: ¡NADA Y SOCIALMENTE DECEPCIONANTE!; en tal sentido, no creemos equivocarnos, pues los resultados están a la vista, y si mediante una encuesta o en una conversación cotidiana hiciéramos esta pregunta a la ciudadanía, me atrevo a pensar que sería coincidente en mucho de lo que de nuestra parte hemos destacado.
Lo traumático y deprimente no es solo el incumplimiento en y de las campañas electorales, resulta igualmente frustrante ver que la situación en general viene empeorando: las necesidades de la sociedad son cada vez mayores y la respuesta nacional, departamental y municipal, es cada vez más escasa o nula: tal parece que los funcionarios en turno están padeciendo de las mismas dolencias: ceguera y sordera; pero ceguera y sordera intencional, pues no ver las necesidades que cada día son menos atendidas y no escuchar el clamor popular, no puede explicarse de otra manera. A nivel nacional basta ver las carreteras, muchas y tantas necesidades insatisfechas que van y siguen en aumento, y en el caso de los departamentos, existe distanciamiento entre requirentes y el obligado a atender a quienes llegan en buscan el auxilio, y demandan atender sus necesidades sin encontrar respuesta.
En el caso de las municipalidades, también me atrevo a suponer que las cosas no pueden ser mejor, según he conversado con personas de otros municipios; dejo el beneficio de la duda. Lo que sí me atrevo a presumir, por lo que consta a la sociedad, que se me ha comentado insistentemente y hemos abordado en otros artículos, es la situación que se confronta en Quetzaltenango, que da tristeza, por decir lo menos: la inconformidad, el descontento y la insatisfacción social, van en constante amento por el abandono en que se tiene a la ciudad, al grado de que hay quienes piensan que habría que pedirle al alcalde de Salcajá que se haga vecino de Quetzaltenango, para lanzarlo de candidato, pues la administración municipal en Salcajá es una de las excepciones, que pueden ser ejemplo para la de Xela y supongo que también, para otros municipios.
Intencionalmente, he dejado para el último párrafo, el supuesto de que es el colmo lo que estamos viendo en nuestro país, y lo que hace presumir o suponer, que es algo que solo sucede en Guatemala. Siempre me he interesado por lo que sucede en el mundo, y particularmente en América Latina, en donde en cuanto a corrupción y otros problemas, algunos o muchos, no son la excepción; veamos algunos de los tantos casos que sería largo mencionar. Tenemos un ministro que de su propia voz confesó ser ignorante y no saber nada del cargo que desempeña, porque para eso tiene asesores y, a pesar de ello, el presidente sigue apoyándolo, presumiblemente, por amistad o mutuos favores entre las partes. El caso del traslado de la embajada a Jerusalén nada más por coquetear con Trump, en contra de las disposiciones de Naciones Unidas y la mayor parte de países del mundo, a lo que habría que agregar la resistencia de la incompetente ministra de Relaciones Exteriores, de transparentar todo cuanto se refiere a los integrantes de la comitiva presidencial, sus acompañantes y lo relatico al avión que los transportó para inaugurar la embajada, amén de otros muchos errores y otra cómicas posturas que ha y sigue cometiendo.
No abundamos en el inconsecuente papel que viene desempeñando el Gobierno en el triste y doloroso caso del volcán de Fuego, pues la prensa lo ha señalado abundantemente. Ya habrá oportunidad, pues son muchos los insumos que el oficialismo proporciona para machacar sus errores, aunque estos no sean escuchados.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com