El concepto de amor es amplio y complejo, y definirlo dependerá de cada persona y según el tipo de amor al que nos refiramos, existe el amor como amistad, amor romántico, amor filial, amor propio, amor a una causa, por mencionar algunos.
Sin embargo, podemos decir en términos generales que el amor es un vínculo de afecto que nace de la valoración e inspira el deseo de bien, convirtiéndose entonces en un valor o propiedad de las relaciones humanas.
A todos nos han enseñado, además de ser un mandamiento explícito en las Sagradas Escrituras; que se amen unos a otros como él nos ha amado, lo que de manera personal considero un reto muy grande.
Desde mi opinión y sin importar al amor a que nos refiramos, todos tienen un factor común que es el “BIEN”, porque el amor verdadero siempre generará el bien. Por poner un ejemplo: un papá jamás daría a su hijo pequeño una cuchilla para jugar, aunque el hijo se la esté pidiendo a súplicas, evidentemente al dársela sería un acto irresponsable, ya que seguramente le produciría daño o sería el causal del mal y por su seguridad, cuidado y bienestar no se la daría. Todo esto traducido en una sola palabra Amor.
Claro está entonces que el mejor método para medir el amor, no radica en la cuenta de pétalos de una flor, el mejor método para medir el amor es la cantidad de bien que provoca nuestras acciones, ya que el amor es una decisión deliberada con intencionalidad que busca asiduamente el bien.
¡Buen inicio de semana y por favor todos hacer el bien sin mirar a quién!