“No hay un mal que por un bien no venga”, reza un dicho. Estamos en un mes oportuno para armar o diseñar un equipo competitivo para la temporada 2022-2023
Estamos en el mes de abril, no creo que el mexicano Rubirosa continúe con las oportunidades que tuvo en donde no dio la talla, a pesar que le trajeron en el último torneo equipo completo del cuerpo técnico. Nunca en la historia del cuadro Chivo habían existido dos asistentes como el caso actual, complementado con preparador de arqueros y preparador físico, todos de nacionalidad mexicana. Realmente considero que no se adaptaron al futbol de Guatemala y desafortunadamente se irán por la puerta de atrás, sin pena ni gloria a excepción que ocurra un milagro inesperado, como este formato premia la mediocridad, clasifican (8) equipos de (12), con lo cual los equipos semimalos aún estarían en instancias finales.
Qué técnico no quisiera esta gran oportunidad, que le concedieran ese privilegio de iniciar un proyecto nuevo, es como decir “voy a construir mi casa”, primero escojo el terreno. Obvio busco zona, vecindario, todo a conveniencia propia, lógicamente bajo un presupuesto tanto para el terreno como para la construcción, posteriormente se diseña con un arquitecto mi gusto plasmado en un plano bajo las recomendaciones de un profesional, diseño, espacios aprovechados, ventilación, iluminación natural, etc. Posteriormente en la construcción escojo los materiales de buena calidad, siempre y cuando se ajusten a mi economía y luego de la obra gris, termino con los acabados, pisos, ventanearía, baños, tipo de repellos y un sinfín de detalles para terminar con una satisfacción total para mí y los míos.
Lo mismo pasa en el futbol, primero escojo a la persona idónea para encomendarle el proyecto de mediano o largo plazo, fijo metas. Pero esta figura tiene que tener los atributos y experiencia que se requiere para manejar un club como lo es el Xelajú MC.
Las características del perfil serian carácter, experiencia comprobada, trabajar con jóvenes alternamente, acostumbrado a presión de sus autoridades, como también de la afición y quizá conocer el medio como la palma de su mano para escoger óptimamente a los jugadores quienes serán su herramienta de trabajo para buscar los objetivos.
Acá no hay vuelta de hoja, hay que buscar a la persona idónea para encomendarle un proyecto para corto, mediano y largo plazo.
Si me dijesen a mí en este momento a quien traer, no dudaría en contratar desde ya al director técnico de Malacateco, Roberto Hernández, quien ha sido el último campeón con un equipo chico y actual líder del torneo.
Traer a alguien con características en trabajar en juveniles para un proyecto serio en formativas, como lo hizo Municipal y Comunicaciones en su momento con Luis Grill Prieto; él fue quien produjo la “camada” de jugadores hexacampeones de los Cremas en los últimos tiempos y fue quien descubrió a Carlos Ruiz en Municipal. Con esa venta en su momento del “Pescado”, tuvieron suficientemente para pagar unas cuatro planillas del equipo mayor los Rojos.
Es así como rinden los frutos las inversiones con juveniles, pero tiene que ser un técnico especialista en formar futbolistas y con experiencia comprobada. Actualmente tienen a un exjugador que se acaba de retirar y tiene sumergido en los últimos lugares, tras malos resultados a la categoría especial, si no quisiesen a un extranjero hay personas que en su etapa de retiro quisieran trabajar con jovencitos como Claveri o el “Paloma” Valdez, solamente por mencionar nombres.
Falta un mes y medio para el termino del torneo, muy bien, ya pueden contratar al nuevo técnico en secreto y que él aunque dirija en otro equipo, vaya diseñando al nuevo Xelajú MC 2002-2023 e ir fichando jugadores, porque así lo hacen los equipos grandes y en cualquier parte del mundo, con anticipación, caso contrario siempre lo dejamos a ultima hora y simplemente tenemos como siempre que dejar la misma base como excusa barata, aduciendo que ya no hay jugadores y “parchar” al equipo con sobras de los demás, generalmente de Rojos y Cremas, y como siempre sucede: ¿Cómo queremos competir contra ellos, si nos traemos lo que ellos rechazan?
Ojalá aprovechemos este periodo del tiempo para enderezar y no volverse a equivocar, porque ya van más de dos años dirigiendo casi los mismos y no le sacamos provecho a los errores del pasado.