PUNTUAL
Algunos organismos internacionales ya califican a Guatemala como de los peores países para dar atención a la población con la inmunización contra el Covid-19, no solo porque no hay dosis, sino porque su plan está desordenado.
La ministra de Salud, Amelia Flores, dijo en el Congreso que los profesores universitarios ya podían registrarse para recibir la dosis, pero hoy el Ministerio se retractó y dice que hay que esperar. Solo los maestros del sector público y privado se pueden registrarse en línea. Y de todos modos tendrán que esperar porque este registro es solo eso, base de datos y como pasó con los adultos mayores, deberán esperar un mensajito indicando el lugar, la fecha y hora en que deberán presentarse. Es como no tener nada.
El país en términos de inmunización ha dependido de las donaciones, como la más reciente que dio el gobierno mexicano y pide que sea para las personas más desposeídas y vulnerables.
Quienes tienen recursos se han ido a dar un paseo a Estados Unidos para inmunizarse, otros han dado el brinco a Tapachula donde están vacunando a guatemaltecos solo con presentar el DPI, ahora a los de 40 años en adelante.
Así como el gobierno ha exigido tantas cosas en el último año, ahora la población le exige que al menos vacune a los ciudadanos, en orden de prioridad, pero rápido.
Si lo último fuera el caso, ya deberían estar vacunando a los pilotos del transporte público, a los taxistas, a los trabajadores de negocios con afluencia como restaurantes, tiendas, mercados y supermercados. Así hasta llegar a una cobertura que incluya a todos, sin distinción de edades ni ocupación.
Paralelo a la inmunización va el descenso de la enfermedad, por eso vemos que en algunos estados de EE. UU. la mascarilla ya no se exige en lugares abiertos y públicos porque los índices están muy bajos.
Ojalá de motivación todos los maestros, que celebran su día el próximo viernes, incluyendo a los catedráticos universitarios, pudieran registrarse para esperar turno de vacunación.
PUNTO FINAL | Anticipadamente feliz Día del Maestro a todos los que imparten el pan del saber ahora en la virtualidad.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.