José Sapón Hernández, de 74 años, y su esposa, Manuela de Jesús Martínez, 60, llevan 28 años juntos, por lo menos en unión, y ahora han decidido emprender un nuevo negocio para tener un poco de alivio económico en medio de la pandemia.
De hecho la idea la han retomado, porque desde hace diez años se dedicaban a vender comida, ahora ofrecen pupusas a sus clientes. “La pandemia hizo que tuviéramos que parar con nuestro negocio, ahora estamos empezando de nuevo”, comenta José.
Muestra del platillo que vende la pareja.Uno de los retos a los que se enfrentó la pareja es que tuvieron que volver a juntar capital. Doña Manuela cuenta que la pandemia no les permitió salir de su hogar debido a los riesgos de contagios, sin embargo se han armado de valor y esperanza, porque la vida les da una nueva oportunidad de iniciar, aunque reconocen que sus clientes han bajado considerablemente.
“Les pido que no nos abandonen, hemos recibido comentarios de que nuestras pupusas son deliciosas”, comenta Martínez, quien tiene 12 nietos y un bisnieto.
José y Manuela se apoyan mutuamente para salir adelante.La pareja se mantiene por su cuenta. También venden ganchos. Él antes se dedicaba a hacer números de casas, pero el riesgo de contagio es muy alto para ofrecer su servicio de puerta en puerta.
Ambos preparan las pupusas y las ofrecen a sus clientes de 6 a 21 horas el martes, miércoles, viernes y sábado.
Los puedes encontrar en la 3 calle, en la subida y entrada a la colonia Molina, entre zona 2 y zona 5.