Tras permanecer menos de un mes encarcelado en la Granja Penal Cantel, Allan Iván de León Uluán, de 34 años, se preparaba para retomar este viernes su libertad y sus seres queridos estaban entusiasmados por tenerlo de nuevo a su lado, sin embargo, la ilusión se convirtió en tragedia.
Ayer, en horas de la mañana sus familiares fueron informados que Allan había sido localizado sin vida en su celda y la angustia y desesperación se apoderó de ellos.
De inmediato buscaron la manera de obtener información sobre las causas de muerte y las autoridades del penal se limitaron a indicarles que el Covid-19 había cobrado su vida, sin embargo, los seres queridos denuncian que previo a su muerte se había sometido a una prueba de coronavirus, la cual había dado negativo y que el cuerpo les fue entregado en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) hasta la mañana de este jueves, lo cual contrasta con la normativa de inhumación de personas fallecidas por esa enfermedad que debe ser en un plazo máximo de seis horas.
Uno de sus seres queridos que pidió el anonimato denunció textualmente lo siguiente: «Quiero denunciar la corrupción del Sistema Penitenciario y la Granja Penal Cantel donde mi familiar ya había sido absuelto de los cargos de portación ilegal de arma de fuego y estaba a tres días para salir, sin embargo, los reos nos extorsionaron como familia diciéndonos que si no pagábamos una fuerte cantidad de dinero ellos lo matarían. Al negarnos a pagar dicha extorsión lo asesinaron y no nos quisieron entregar el cuerpo porque se excusan que él murió de Covid-19, lo cual es falso porque tenemos exámenes que indican que él no tuvo coronavirus. A él lo mataron por no pagar la extorsión; hay llamadas grabadas y mensajes de audio en donde ellos nos exigen el dinero».
La madre del fallecido indicó a La Voz de Xela que están devastados e indignados por lo sucedido porque Allan les había manifestado en múltiples oportunidades que estaba siendo agredido físicamente y que había sido amenazado de muerte dentro de la cárcel si ellos no entregaban Q15 mil.
«Quiero que salga a la luz pública que mi hijo fue asesinado y que no murió por Covid-19. Están tratando de ocultar lo que realmente le hicieron; exigimos justicia», agregó.
En un primer informe la Policía Nacional Civil (PNC) señalaba que el cuerpo fue trasladado al hospitalito que funciona dentro del penal y que la causa del fallecimiento era Covid-19, sin embargo, en un posterior informe se detalla que presentaba moretones en varias partes del cuerpo y que posiblemente se trataba de un hecho violento.
Allan de León era joyero y relojero de profesión. Hasta el momento las autoridades de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) no se han pronunciado al respecto.
Allan Iván de León Uluán en vida.