A cinco días de la finalización del torneo en su fase de clasificación, no se ha armado al nuevo Xelajú MC para el próximo campeonato.
Esa era una frase célebre del comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, cuando asumía el papel de “El Chapulín Colorado”, ahora esa misma interrogante lanzo al aire a los aficionados Superchivos del Xelajú MC, con relación a que estamos a menos de cinco días para que finalice el torneo regular y aun no se escuchan fichajes o que alguien tome las riendas de armar o diseñar un equipo competitivo para el próximo torneo 2021-2022, que se divide en (2) Torneos Cortos: Apertura y Clausura.
El primer error de los directivos hace poco tiempo fue haber traído a Machaín, un técnico intrascendente. Antes que vinieran lo anunciaban como un contrato inteligente y de lujo, lo cual era todo lo contrario. En esta transición era oportuno haber traído a cualquier técnico, no importase si del medio o nuevo, pero hubiera tenido seis fechas para ver con qué base se quedaba y por supuesto tener la opinión del técnico interino Morales, para ir diseñando una plantilla competitiva.
Desde mi perspectiva, esta es la oportunidad de poder hacer una verdadera “limpia”. A veces existen justificaciones comunes en donde los directivos aducen “dejemos una base” y con esa premisa nunca renovamos la plantilla. Por supuesto hay contratos que no terminan ahora cabalmente, pero se pueden rescindir de mutuo acuerdo.
Otros equipos ya tienen jugadores arreglados. Lo que siempre sucede. Se anticipan siempre al Xelajú MC y por ende eso ya es ventaja competitiva, es más los dos equipos grandes de Guatemala: Municipal y Comunicaciones mantienen permanentemente visores en las ligas inmediatas inferiores buscando talentos para poderlos fichar jugadores que hasta hoy estaban en el anonimato y su sueño es jugar en la liga mayor; esas diferencias son las que siempre aprovechan para estar dos o tres pasos por delante de los demás.
Cuando formulo la interrogante ¿quién podrá ayudarnos? Es porque no se ve por dónde exista una visión clara de aprovechar estas circunstancias que nos presenta el futbol para desarrollar un proyecto serio y ambicioso. A principios de este año vinieron como siete refuerzos, de los cuales junto al brasileño Bahía no han dejado casi ningún tipo de aportación positiva, pero lo justificamos en dado caso porque fue Machaín quien los trajo, una persona prestada por unos meses por Municipal para venirse a foguear con nuestro equipo.
Los dádivas del futbol se han acabado, aquellas personas con patrimonios muy fuertes empresarialmente hablando, se sacaban la chequera para respaldar cualquier proyecto futbolístico. Me acuerdo de Manolo “Chispa” Gómez en Juventud Retalteca y Domingo Lima y Rolando Pineda Lam en los 80 con el Xelaju MC, etc.
Platicando con un dirigente actual hace unos días, me indicaba que iban a tener problemas económicos en los próximos meses sino se acercaban más patrocinios, porque de los actuales, algunos se han ido por la pandemia y otros han recortado su cuota por lo mismo, sumado a que ahora no hay taquillas de ingreso por aficionados. Esto agravaría las finanzas del club.
En síntesis, los actuales directivos apenas han mantenido al día al actual equipo y se están tronando los dedos para poder liquidar el actual torneo que esta a punto de finalizar, pero aparte no se ve por ningún rumbo que traigan a un nuevo técnico que pueda diseñarles un equipo para poder aspirar a buscar un título el próximo campeonato.
Hace un mes escuchaba al presidente decir que ellos armarían al equipo y que cualquier técnico se tenía que acoplar a lo que hubiese en recurso humano, entonces donde queda la experiencia de una persona para diseñar un proyecto, es como que si se construya un edificio sin un arquitecto.
A veces no solo el dinero lo hace todo, me acuerdo hace 25 años con el Dr. Martini Zimeri se diseño un equipo modesto pero bien equilibrado, quizá la tercera parte menos de la planilla de Comunicaciones, equipo al cual se le ganó la final. No hacen falta grandes presupuestos, sino ser inteligentes; usar el recurso económico que se tiene pero sacarle el máximo provecho o la máxima rentabilidad posible. En esa oportunidad fue aquel tercer campeonato de los chivos en 1996, a quien muchos le llamamos el “Titulo de la humildad”, pero había un cerebro al frente; delegaron el proyecto al tico Marvin Rodríguez, quien en su país para ese entonces quizá ya era obsoleto y aun acá le sacamos provecho. Alguien con esas características se necesita en el Xelajú MC, pero quienes deciden y mandan son los dirigentes.
No veo la brújula en el barco, seguiremos naufragando a la deriva del mar, al paso que nos dicte el presente, sin pensar en el largo plazo. Cuando apuntamos al futuro se logran las cosas más importantes en el futbol. Seguiremos siendo del montón haciendo las mimas cosas de siempre.