Reza un dicho anónimo: “Lo peor de la ignorancia es que, a medida que se prolonga, adquiere confianza” y lamentablemente, es la situación que se ha vivido por casi un año en la Gobernación Departamental de Quetzaltenango. Las decisiones políticas mal consideradas traen consecuencias, y en este caso muy graves para la ciudadanía en particular. La ignorancia adquirió confianza y al día de hoy mata.
Quetzaltenango ha caído en una serie de sucesos violentos que tiñen de rojo la gestión de las altas autoridades en seguridad de nuestro departamento. Cuando una persona asume un cargo público debe jurar fidelidad a la Constitución y de cumplir con los deberes inherentes al cargo, por lo que se obliga de viva voz a responder por aquello que suceda durante su gestión.
Según estadísticas del Consejo Nacional de Seguridad, en Quetzaltenango la violencia ha ido en aumento desde la toma de posesión de Erick José Tzún de León. Solo entre los meses de enero y febrero de 2021 se duplicaron los homicidios, elevándose a un total de 18 personas asesinadas de forma violenta. Durante este mes de marzo los homicidios han seguido en aumento evidenciando la incapacidad de gestión de Gobernación en el tema de seguridad provocando proporcionalmente el aumento del miedo y el malestar entre la población quetzalteca.
Según la Ley del Organismo Ejecutivo las Gobernaciones Departamentales tienen la obligación de ejercer en su departamento el control y supervisión de la Policía Nacional Civil. No obstante, imagino que las reuniones de coordinación entre PNC y Gobernación no han de pasar de rendición de informes y cafecito.
Es urgente que el Gobernador departamental asuma su responsabilidad y comunique las acciones específicas que ha tomado para mejorar las condiciones de seguridad en el departamento y si existe acaso algún plan que esté ejecutando para la reducción de la incidencia criminal.
Queremos saber con qué entidades públicas y privadas está interactuando para abordar el problema de las pandillas, como planea incidir en la disminución de las extorsiones y homicidios. Comprendo que en su condición de arquitecto es académicamente ignorante ante los temas de seguridad, es decir “que ignora, que desconoce y que carece de instrucción” usando conceptos de la RAE; así ocurren las tragedias, cuando se opta por elegir liderazgos que no han leído, no han estudiado ni se han preparado para el ejercicio de la administración pública.
Cada día que pasa ante la indolencia, dejadez y desidia de la Gobernación Departamental, más personas mueren en nuestro departamento. Si este trabajo es muy difícil para el Señor Tzún, mi recomendación es que se haga a un lado, son vidas de hombres y mujeres las que están en juego.