PUNTUAL
El coronavirus no ha tenido un trato igual para todos. Ha sido discriminador, hostil y sinónimo de muerte para otros, pero para muchos todo lo contrario, escuche a un joven decir, gracias a esto tengo trabajo y me va bien.
Hace exactamente un año, 17 de marzo del 2020, era el primer día del Estado de Calamidad que dictaba el gobierno con sus medidas y prohibiciones que parecían el comienzo del fin del mundo. Todo cerrado y la mayoría en su casa, y con el pánico elevado, porque daba la sensación de que ni a la ventana o puerta nos podíamos asomar.
Parecían días sacados de una película de terror con grado de realidad y ficción.
Pasó un año y para muchos fue un año en blanco, hay quienes piden que se anule ese tiempo del calendario, otros que no lo hubieran querido vivir. Mientras tanto, para otros fue su mejor momento, de la crisis sacaron una oportunidad. Del virus mortal otros extrajeron un milagro. Una bendición se desató con esto. No ha habido igualdad con el trato del virus, como todo en la vida.
Anoche platicaba con una sobreviviente del Covid-19 y me aseguraba lo que he comentado en otras oportunidades con amigos, que este virus fue creado, pero con un componente espiritual, porque entre sus peores cosas está el ataque al espíritu, al interior el paciente libra una batalla más que física.
En este año hemos aprendido muchas cosas, nos hemos librado de tantas otras; por ejemplo, a quienes no tocó el virus, estamos o debemos vivir más agradecidos porque sin duda que una mano poderosa nos libró y nos sigue resguardando no solo de ese mal, sino que de tantos otros.
Este año ha sido de aprendizajes, porque nos hemos dado cuenta de que no tenemos el control de todo como creíamos, que no podemos ser libres de todo, pero sí podemos ser librados. La batalla de esta enfermedad no ha terminado, pero estamos aprendiendo a vivir con ella y especialmente a librarnos de ella.
Pasaron aquellos primeros días de toque de queda, luego semanas y después meses, fueron los días más largos, pero también fueron los días de mayor unión y los días en que más oramos o rezamos.
Que no se nos olvide nada de lo que hemos vivido, porque ya sabemos el valor de la salud y de la libertad, y mientras haya vida, a pesar de las circunstancias, sigamos motivados, agradecidos y confiados.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.