Desde agosto de 2017, los grupos de poder de Guatemala han iniciado un reacomodo de fuerzas con el objetivo de recuperar las líneas de poder. Un sector estuvo feliz en el momento en el que Otto Perez y Roxana Baldeti, con todo su grupo, fueron encarcelados. Este grupo no permitió que uno de ellos fuera llevado a la cárcel, el apellido lo salvó. Alejandro Sinivaldi no ha sido capturado, y seguramente está en alguno de los centros recreativos del Irtra, en donde pareciera que fuera zona protegida.
El grupo que se benefició del Estado desde su fundación, en 1821, habiendo acumulado fortuna desde la conquista, no quiere por ningun motivo perder esos privilegios alcanzados. Y no se trata de una situación ideológica, o religiosa. Ellos se aprovechan de ambas si es necesario.
Este grupo reunido en el Cacif y otras cámaras empresariales se veía amenazado por los nuevos ricos, siendo estos los funcionarios que han obtenido millones de quetzales producto de la corrupción. Este grupo nunca estuvo de acuerdo con la conformación de la Cicig, siempre trabajó para controlar todo. El organismo Ejecutivo lo controlaron poniendo a monigotes en el poder, los que se revelaron lo sufrieron, como es el caso del expresidente Portillo. Álvaro Colom debió pactar para no sufirir lo mismo que su antecesor.
Cuando el sistema de justicia inicia una persecución en contra de Alvaro Arzú, vinculándolo con los grupos delincuenciales que manejan las cárceles, explota la bomba, si lo tocan a él, podrán hacerlo con todos. Hay que recuperar las instituciones, piensan los poderosos, hemos perdido el control.
Con la persecución iniciada a los ganaderos, el superintendente de la SAT, Solórzano Foppa, se constituye en el tercer enemigo público de ellos, tocar a una transnacional como lo es Walmart no es cualquier cosa, es ir al corazón del poder económico, y no solo guatemalteco, también toca México y Centroamérica. Con honores se gana la destitución.
Cooptado el Ejecutivo por medio de Jimmy Morales, había que tomar el Congreso de la Republica, qué mejor garantía para las élites económicas que entregar la presidencia al hijo de Álvaro Arzú. Ahora toca retomar el control del Ministerio Público, y por ultimo el golpe final, expulsar a la Comisión Internacional contra la Impunidad, no solo al comisionado, a toda la comisión.
Como dijo una distinguida magistrada, esto es como el reloj de arena, ahorita estamos arriba, luego estamos abajo, refiriéndose a las mafias en el Gobierno. En este juego, al pueblo nos queda ser expectadores, porque ya se comprobó que no se tiene la capacidad de elegir.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.