El domingo recién pasado, todos o casi todos estábamos pendientes del “mensaje presidencial” para conocer cuáles serían la “nuevas” disposiciones gubernamentales en referencia a COVID 19. Como la canción de Joaquín Sabina –y nos dieron las diez, las once, las doce y la una … y el presidente no aparecía, definitivamente, es una falta de respeto el no llegar a la hora convenida.
En síntesis el mensaje del presidente –no me nace nombrarlo por su nombre, por lo irrespetuoso que ha sido con todos –mayas, xincas, garífunas y ladinas-, fue fatal, es decir, dar luz verde para que reinicie la actividad económica en el país, endosando a los alcaldes municipales la responsabilidad de mitigar y contener el virus en lo que concierne a transporte urbano y mercados, además, restó las horas de confinamiento o toque de queda a siete horas -19 horas a 4 horas-, es extraño –por no decir, inaudita- la forma de contener el Virus de parte del presidente y sus asesores, más del Dr. Asturias, quien la mayoría cifraba sus esperanzas en que iba a asesorar técnica y sanitariamente al gobierno, pero no, todos están cortados con la misma tijera.
Al unísono se empezaron a inundar las redes sociales con la famosa frase: “sálvese quien pueda”, es decir, cada quien que vea cómo jodidos hacerle frente a Covid 19, porque del presidente y su equipo de gobierno, ya no se espera casi nada.
Así las cosas, es nuestra oportunidad de demostrar de qué estamos hechos, espiritual, psicológica y materialmente. No importa a qué estrato y clase social pertenezcamos, ni qué religión profesamos, acá el punto no es sálvese quien pueda, sino QUE NINGUNO SE QUEDE ATRÁS.
El libro sagrado de los mayas, Pop Wuj escrito más o menos en 1550 reza, “que todos se levanten, que se llame a todos, que no haya un grupo, ni dos grupos de entre nosotros que se quede atrás de los demás”, como podemos ver, palabras sencillas pero profundas que deberíamos poner en práctica, ahora que el presidente zafó bulto.
Debemos tener sentido común para volver a la nueva normalidad, antes de ir al mercado o supermercado, debemos llevar en mente o llevar un listado de qué necesito para mi despensa, así, no tengo necesidad de dar vueltas y vueltas en el recinto pensando qué comprar. Respetable consumidor, si va al mercado municipal o cantonal, por favor, no regatee los productos agrícolas, póngase en los zapatos del campesino/agricultor y visualice todo el proceso que le ha llevado para poder tener esos productos allí, le recuerdo, el campesino y agricultor sí paga sus impuestos.
Honorable campesino/agricultor, por vida suya, no le aumente el precio de su producto agrícola, ojo, no le estoy diciendo que no obtenga ganancia, no, le estoy pidiendo que se ponga en los zapatos del consumidor, esa persona que día a día sale a ganarse el pisto, para poder llegar con usted y comprarse su comida, aparte debe pagar el alquiler dónde vive, electricidad, etc. Entiendo perfectamente que usted no tiene la culpa de la “suerte” del consumidor, pero, por eso nuestros ancestros escribieron “que ninguno se quede atrás”.
Nuevamente me dirijo a usted respetable consumidor, por favor, si hay muchos compradores en un local o puesto de venta, no se quede allí, camine, avance, vea su listado de compras, a lo mejor en el próximo local, no hay consumidores y usted podrá adquirir su producto sin aglomeración de personas. Se me olvidaba recordarle respetable consumidor, no se haga acompañar de más familiares porque nuestro sentido común en la nueva normalidad nos indica que, el contagio de COVID 19, se da donde hay aglomeración de personas, por favor lleve bien puesto su tapa boca y use el adecuado, así mismo, exija –con respeto- que no se le acerquen otras personas, debemos cuidar nuestro distanciamiento social.
Por último, honorable vendedor, que no se le olvide poner a disposición de su clientela, alcohol en gel, y también exigir –con respeto- su distanciamiento social.
A Covid 19 lo vamos a combatir y mitigar no con actitud de sálvese quien pueda, sino, con actitud y enseñanza de nuestros abuelos, QUE TODOS SE LEVANTE, QUE SE LLAME A TODOS, QUE NO HAYA UN GRUPO, NI DOS GRUPOS DE ENTRE NOSOTROS QUE SE QUEDE ATRÁS DE LOS DEMÁS.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.