De que estamos en crisis, es innegable, pero, atribuirlo solo a la pandemia, es un error perceptivo por donde quiera que lo abordemos. Existen otras causas, algunas, asociadas; esto, también es indudable, pero, atribuir o considerar al CORONAVÍRUS como única causa, es olvidar las que se vienen arrastrando; la mayor parte, son heredadas de la administración anterior y otras, las menos, pero de mayúscula importancia, que principian a asomarse desde fines del año pasado; las anteriores, siempre fueron ignoradas por el gobierno en turno, a pesar de los señalamientos que, en su momento, hicieron los medios de comunicación y diferentes analistas.
Las otras causas, de reciente aparición, como es lógico suponer, son menos porque el gobierno tiene solo cuatro meses de estar en el ejercicio del poder. No obstante ello, en cuanto a abusos y casos de corrupción se refiere, algo se ha señalado sobre el actuar del Presidente del Congreso, la designación de gobernadores recaídas en candidatos a diputado perdedores de la última elección y la asignación de contratos por parte del actual gobierno, a otros ex candidatos perdedores, también, en las pasadas elecciones; en todos los casos y, por añadidura, se trata de candidatos perdedores propuestos por el partido VAMOS que ahora, es el partido oficial.
La desafortunada llegada del CORONAVÍRUS, tanto en otros como en nuestro país, como resulta fácil suponer, ha dado lugar a adoptar una serie de medidas con el consiguiente manejo de recursos y esto, requiere rigurosas medidas de control en y para su aplicación, no hacerlo, implica abrir las puertas a casos de corrupción, posible desviación de recursos y favoritismos (ya se rumoran algunos) en la distribución de víveres y dinero que se viene implementando. Especial atención debe recaer en la tarea trasladada a las municipalidades, de distribución de recursos pues es una tarea que requiere mucho cuidado para que, estos satisfactores y recursos, lleguen efectivamente a los más necesitados.
Según lo informado por el gobierno, se recurrió al endeudamiento por once mil millones de dólares, equivalentes a más de OCHENTA Y CINCO MIL MILLONES DE QUETZALES según el tipo de cambio; parece que la gestión ante el congreso, fue antes de diciembre del año pasado y fortaleció su obtención ante el legislativo, la llegada del CORONAVÍRUS. Este aumento de deuda externa, es muy temprano para un gobierno que solo está, a cuatro meses de asumir el poder. Lo deseable es que, la política económica y monetaria, contribuya a disminuir la deuda externa y no se abuse del endeudamiento externo para no entregar el poder, más endeudado de cómo lo recibieron.
Aquí, vale la pena recordar que, históricamente, los gobiernos de Jorge Ubico y de la Revolución de octubre de 1944, a pesar de los señalamientos dictatoriales del primero y la intervención norte americana en el derrocamiento de Jacobo Arbenz, fueron unos de los pocos gobiernos, si no es que los únicos, que manejaron un superávit presupuestario positivo y no endeudaron a Guatemala. Así pues, independientemente de las justificaciones invocadas para adquirir el préstamo, resulta un buen apoyo para enfrentar la crisis que se está presentando, pero, a pesar de ello, lo deseable es que, al amparo del poder, no se siga endeudando al país; existen otras formas de resolver los problemas y necesidades presupuestarias, todo depende de la política económica y financiera que el gobierno adopte y, desde luego, de la capacidad de sus asesores. Ojalá que éstos y el gobierno y sus instituciones, respondan al desafío y en esto, la sociedad debe permanecer vigilante para reconocer los aciertos, o señalar las desviaciones.
Como se sabe, del gobierno anterior, heredaron algunos problemas que han contribuido a la crisis que el actual confronta: la corrupción, el desempleo, el descontento son solo un ejemplo; hay muchos más que son del dominio público y seria tautológico, seguirlos mencionando. Los problemas heredados, entonces, se vinieron incrementando con todo lo relacionado con el CORNAVÍRUS, a esto habrá que agregar los que ya se mencionan y atribuidos a la actual administración. La falta y el vacío que dejó la CICIG, se supone será llenado por la Comisión contra la Corrupción designada por el Ejecutivo; no se puede juzgar a priori porque sería un error e injusto. Lo deseable es que esta comisión, demuestre que puede hacer su trabajo con la misma capacidad, que lo hizo la CICIG.
Para su conocimiento, le dejamos una probadita de lo que, sobre el particular, viene señalando “eL PERIÓDICO” (ya no circula en Xela y puede ser consultado vía internet). Los excesos atribuidos al presidente del legislativo, la designación de varios gobernadores que, como candidatos del partido oficial VAMOS, perdieron, otros candidatos e igualmente perdedores en la pasada elección, se vienen convirtiendo en proveedores del gobierno de productos que se requieren por el CORONAVÍRUS; algunos de estos nuevos proveedores, se dice que emiten facturas fraccionadas para evadir las cotizaciones y licitación que, conforme la ley, deben ser cubiertos. Hay más que, en momento, habrá de conocerse. Las instancias gubernamentales correspondientes, tienen la palabra. AL TIEMPO.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com