Entre las celebraciones más populares de los países latinoamericanos, entre ellos, Guatemala, están las “ferias”. Cada ciudad o municipio tiene varios días asignados para esta celebración caracterizada por la exposición de productos diversos, desfiles y carrozas.
Según la RAE (2019), la palaba “feria” viene del latín “feria” y significa “día de fiesta”. Concretamente se refiere a un conjunto de instalaciones recreativas, como carruseles, circos, casetas de tiro al blanco, puestos de venta de dulces y de chucherías, que, con ocasión de determinadas fiestas, se montan en las poblaciones.
Según Pérez y Gardey (2019), una feria puede ser un mercado que se monta en un espacio público en ciertos días señalados. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando los mercaderes se reunían a las puertas de las murallas de una ciudad para comerciar sus productos durante varios días. Eran fiestas que se organizaban en coincidencia con la fiesta local, bajo la advocación de algún santo.
Como se puede ver, las ferias tienen su origen en Europa; pero en el transcurso de los años se fueron haciendo populares en América Latina. El término feria en sí mismo, también ha ido evolucionando, puesto que actualmente no sólo se refiere a la instalación de juegos y productos en un lugar determinado para recreación de la gente, sino también la exposición de otros productos de naturaleza diferente, tales como: educativas, artesanales, del libro, etc.
Quetzaltenango celebra este 2019 la edición 135 de La Feria Centroamericana de la Independencia. Esta Feria tuvo su origen un 17 de junio de 1884 en tiempos de Justo Rufino Barrios. Con esta fiesta también se festejan 198 años de Independencia de Guatemala.
Xelafer hace coincidir a miles de personas de todo el país, América Central, México y otros países de América Latina. Es una buena ocasión para demostrar al mundo la cultura, el arte, la belleza, las costumbres y tradiciones propias de esta Cuna de la Cultura. Como cualquier otra ciudad grande del mundo, tiene sus propias patologías: pobre infraestructura, la escasez de espacios que dificulta moverse libremente, las disfunciones de la velocidad y sus consecuencias dolorosas y la contaminación ambiental, (Yepes Stork y Arangueren Echevarría 2009, 278). Pero no todo es negativo.
La ciudad de Quetzaltenango tiene un centro histórico precioso, un majestuoso Teatro Municipal, variedad de lugares para ir a degustar de buena música y platillos de comida propios de la región. Considero que lo más hermoso de Xela es su gente. Quienes vivimos en esta bella ciudad somos testigos de la calidad de seres humanos que la habitan. Como de todo hay en la viña del Señor, nunca faltan algunos que no son tan buenos. Para quienes amamos este pedazo de tierra de Guatemala, Xela es nuestra casa, porque en ella están los recuerdos más lindos de nuestra historia personal.
Por lo tanto, a pesar del caos vial en la ciudad, considero que es un tiempo para identificarnos con lo nuestro. Comprendo el estrés vial, porque uno quiere llegar rápido a su destino. Sin embargo, hay que hacer el esfuerzo por disfrutar de las diferentes actividades planificadas para la misma. Amemos este pedazo de tierra tal como es, con sus defectos y virtudes.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.