Existe un “instrumento” del que se vale la naturaleza para ser movidos a la procreación y es la Sexualidad. Tanto ha sido que el número aproximado de seres en el planeta es de 7 mil 500 millones, tras haber aumentado en 78 millones desde el año 2017, lo que amenaza con superar nuestras reservas alimenticias y recursos naturales.
Y es aquí donde los métodos de planificación tiene un papel protagónico para la prevención de embarazos, en Guatemala en el año 2018 se inscribieron 388,642 nuevos niños, hasta el año pasado en Guatemala hay más de 21 millones de personas registrados, siendo importante hacer notar que en el año 2017 hubo 425,318 niños nuevos registrados, pudiendo darnos cuenta que existió una disminución de nacimientos en el país, posiblemente por la implementación de programas de salud reproductiva, enfocados en poder hacer que cada familia logre planificar el número de hijos que desea tener, a los que deben brindar entre otras cosas: estudio, alimentación, vestuario, recreación, etcétera, además de poder brindarles amor.
Desde el momento que se brindó a la familia la libertad de poder decidir sobre el número de hijos que deseaban tener, hemos visto un descenso de la cantidad de hijos que tiene la mujer en nuestro país, siendo hasta el 2016 de 2.97 hijos por cada mujer, cuando hace 20 años superaban el numero de 8 por mujer.
Y si no continuamos con políticas de intervención para proveer a la familia y a la mujer en especial de acceso a métodos de planificación familiar la Organización de Naciones Unidas (ONU), en su estudio de Prospecto de población 2017, indica que para el 2050 en Guatemala habrá un promedio aproximado de 31 millones de habitantes, situación alarmante para nuestro país.
Considerando estos datos es importante tener diálogos abiertos con la pareja para decidir lo mejor en cuanto al desarrollo de su sexualidad y la procreación de hijos dentro de la pareja, es importante entonces considerar los métodos de planificación como aliados para mejorar las condiciones de las familias en Guatemala.
Lo primero a considerar es que el método anticonceptivos sea lo más seguro para la pareja, o para la mujer o hombre que desea planificar, que se haya recibido asesoría antes de decidir que método es el que más les interesa usar. En segundo lugar es importante tomar en cuenta la eficacia del método que se está pensando utilizar. En tercer lugar considerar el costo del método, lo cual se considera una inversión familiar, no se trata de utilizar lo más barato sino lo mejor, para evitar problemas posteriores. En cuarto lugar es importante considerar que no interfiera con el placer sexual y que sea emocionalmente aceptado para las dos partes.
El mejor anticonceptivo entonces, sería aquel que cada persona elija, ninguno que exista ahora es perfecto para todas las personas, por tanto es importante consultar a un servicio de salud sea este público o privado para poder recibir asesoría individualizada, respetando sobre cualquier cosa la autonomía de la persona que decidirá utilizarlo.
“La educación es el arma más poderosas que puedes usar para cambiar al mundo”. Nelson Mandela
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.