Desde muy niño recuerdo las calles oscuras de la ciudad de la estrella, segunda ciudad del país decían los abuelos, esta era una de las razones por las que la “Luna de Xelajú” se apreciaba en todo su esplendor. Por allá por el año 1980, los juegos con mis amigos en el barrio se llenaban de emoción al entrar la noche. Algunas veces era patear el bote, otras escondidas, jugar pelota o bien béisbol. Momentos felices que terminaban al entrar la noche, pues quedamos en total oscuridad, pequeños bombillos iluminaban las calles, eso sí, duraban muy poco, o se quemaban o algún joven rebelde los quebraba.
A inicios de la década de los años ´80, el Alcalde de aquella época, German Schell Montes decidió convertir la ciudad en la mejor iluminada de Centroamérica, y lo logro. Colocaron postes de concreto, sujetados con cables de acero galvanizado. Lo recuerdo bien, porque más de una vez tropecé con estos dejando en mi cuerpo una marca que paso algunos meses en desaparecer, lo mismo le sucedió a muchos amigos. Con la instalación de lámparas modernas, las calles quedaron totalmente iluminadas. Para el grupo de niños y niñas se ampliaba el tiempo para jugar, eso era importante, porque nos hacia felices. El llamado desarrollo de los pueblos, es valido en tanto logra hacer felices a sus habitantes, de lo contrario todo acto seria un fracaso.
Eso que vivimos en aquellos ya lejanos años se fue desvaneciendo con el paso del tiempo. Incluso en los últimos diez años la ciudad prácticamente luce en penumbra. Existen calles céntricas de la ciudad que están en una total oscuridad. A esto se suma que por lo menos una o dos veces al día el fluido eléctrico falla en varias zonas. Muchas veces sin explicación alguna.
El actual Alcalde Grijalva y el Vice Alcalde Julio Lima han logrado su propósito, «atormentar a la población» dejándola sin luz, para que acepten el aumento del precio sin manifestar inconformidad. El nuevo precio para el año 2019 ha sido revelando por los funcionario como un logro histórico en su gestión, informando a la población con gran algarabía que se ajustaron los precios como no se habían hecho en los últimos 30 años.
Debíamos corregir los errores, y por supuesto que el precio debía aumentarse, pero no debe hacerse sumidos, casi de rodillas ante el distribuidor, debemos defender los bienes del pueblo, pues un funcionario público eso debe hacer, defender, incluso con su vida, lo que la población le confió, la administración de los activos que son propiedad de los habitantes de Xelajú.
En 1886 la empresa alemana CECILIA creo la empresa «LA LUZ ELECTRICA». En 1919 fue expropiada y entregada a la Municipalidad de Quetzaltenango. En 1927 ciudadanos quetzaltecos realizaron trabajos para la construcción de la hidroeléctrica de Santa María de Jesús y el Ferrocarril de los Altos, por esta razón se entrego a la municipalidad «AD-PERPETUAM» la generación de energía. No fue un regalo, fue una remuneración pagada con trabajo y gestión de los funcionarios de la época.
Este activo además de historia es un pilar fundamental para el desarrollo del territorio. Es propiedad de los ciudadanos quetzaltecos, por tanto cualquier acción que realice el Alcalde y su concejo debe ser sometida a la consulta pública.Hay muchas formas de recuperar la empresa eléctrica, la propuesta que hago es convertirla en cooperativa, antes de que venga un funcionario la lleve a la quiebra y la privatice. Generar energía eléctrica aprovechando los recursos naturales. Iluminar las calles con lámparas que utilicen energía solar. Sí todos invertimos en nuestro municipio, pero además somos dueños de estos activos, seguramente obtendremos beneficios. Con esto podemos construir la ciudad que deseamos.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.