Recientemente el tipo de cambio promedio ponderado de venta, se ha estado depreciando, es decir, que el precio de un dólar de los Estados Unidos de América se encuentra alrededor de Q7.68, nivel que no se observaba desde 2015. Entre 2017 y 2018, se han registrado los valores más bajos en lo que va del presente siglo, por ejemplo, en agosto de 2017 se situó en Q7.29, cerrando el año con Q7.36; mientras que en enero de 2018 arranca con Q7.37, llegando al mes de agosto a Q7.52. Afortunadamente, aún estamos lejos de llegar a niveles como los que se dieron entre 2009 y 2010 cuando el precio de la divisa alcanzó cerca de Q8.40. Entre enero y septiembre del presente año, la depreciación ha sido de Q0.31 equivalente a 4.2%, ya muy cerca de la “devaluación” del 5% anual que hace unas semanas propuso la Cámara de Industria de Guatemala. La diferencia es, que una devaluación es deliberada, mientras que la depreciación está determinada por el comportamiento del mercado de divisas y la primera, solo persigue beneficiar al sector exportador a costa de todos los consumidores.
Qué factores están determinando la depreciación del Quetzal con respecto al Dólar de los EE.UU. Hay uno de carácter estructural y es, que el volumen de importaciones siempre es mayor y más dinámico que el de las exportaciones. Por ejemplo, en 2017 el monto de importaciones fue de Q8,800.3 millones y el de exportaciones fue de Q5,734.2 millones, lo cual significa que siempre la demanda de divisas para importar supera la oferta que proporciona la actividad exportadora. El Quetzal no ha tenido mayores depreciaciones gracias a la disponibilidad de reservas monetarias internacionales y al flujo creciente de remesas familiares. Otro de los factores que inciden en la depreciación del Quetzal, es de tipo estacional y tiene que ver con al aumento de la demanda de divisas para importar bienes que se comercializan durante las celebraciones de fin de año. El aumento del precio internacional del petróleo y sus derivados, también está afectando, ya que implica un aumento en la compra de divisas para el pago de la importación de esos productos esenciales para la economía. Las remesas familiares, se han constituido como uno de los principales soportes para la economía y la moneda nacional, sin embargo, aunque se ha estimado que las mismas aumentarán con respecto al año pasado, su monto y tasa de variación será menor. En 2017 el monto de remesas familiares fue de US$8,192.2 lo que significa un incremento de 14.4% con respecto a 2016 y que ha sido la tasa de variación más elevada que han tenido. Para 2018 el banco central ha proyectado que las remesas serán de aproximadamente US$9,052.4, es decir, un aumento del 10.5%, la tasa más baja desde 2015. Esta disminución en el flujo de remesas también incide en el precio de las divisas.
¿Qué efectos tendrá esta depreciación cambiaria? Eso depende de qué lado lo veamos, porque algunos salen beneficiados y otros perjudicados. Quienes se benefician inmediatamente con la depreciación del Quetzal, son los exportadores, porque sus productos se hacen más competitivos, venderán más y recibirán mas divisas que al convertirlas en moneda local obtienen una cantidad mayor. También, las familias que reciben remesas se benefician, porque recibirán más quetzales y por lo tanto tendrán un mayor poder de compra y su consumo en bienes y servicios aumentará, beneficiando a su vez a los proveedores de los mismos. El turismo proveniente del exterior también se beneficia, porque le resulta más barato venir al país y subsecuentemente, benefician a los empresarios que los atienden con su oferta de bienes y servicios. Por el otro lado, quienes se ven perjudicados con la depreciación, son los importadores porque se encarecen los bienes finales y materias primas que vienen del extranjero, particularmente los derivados del petróleo que internamente se hacen más caros y obviamente, los consumidores que somos todos, porque se disminuye nuestra capacidad adquisitiva y por lo mismo aumenta el gasto en consumo, disminuyendo el nivel de ahorro. Los turistas nacionales que desean visitar otros países, también se ven afectados, porque deberán destinar una mayor cantidad de quetzales para el pago de transporte y el consumo de bienes y servicios en esos países. Quien sale beneficiado de esta situación, es el gobierno, porque al aumentar el nivel de precios de los bienes y servicios, mejora su recaudación, particularmente del IVA.
De cualquier manera, es importante no perder de vista el comportamiento del tipo de cambio, de tal manera que podamos ajustarnos a los periodos de alza y aprovechar cuando se abarata, de esa manera se puede mantener niveles aceptables de satisfacción en relación al nivel de ingresos.
Administrador público, economista, politólogo, abogado y notario, y profesor universitario.